Probablemente muchos lectores lo recuerden. El verano del 2003 fue el más largo y duro de las últimas décadas. En zonas de la costa se registraron hasta 90 días consecutivos con temperaturas mínimas tropicales. Algunas veces no se bajaba de los 28ºC, con noches de auténtico insomnio. De día, aún peor, las máximas rozaron los 38ºC en el litoral y superaron los 40ºC, en el interior. Aquel verano fue un sin vivir debido a la ola de calor que comenzó en junio y no acabó hasta septiembre.
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Aquel horrible verano del 2003
Un termómetro marca el calor en Sevilla en agosto del 2003. /
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