El Hivernacle de la Ciutadella acabará de ser rehabilitado el próximo junio y albergará, según las previsiones del ayuntamiento, un punto de información del parque y un servicio de cafetería y de restauración.
Los trabajos que se llevan a cabo tanto en el Hivernacle como en el Umbracle, construidos para la Exposición Universal de 1888, son para subsanar los daños estructurales y de deterioro generalizado que acumulan desde hace varios años. Ambos espacios, que forman parte del catálogo del patrimonio histórico y arquitectónico de Barcelona, están cerrados desde noviembre del 2007.
Las reformas, que ascienden a 1,6 millones de euros, incluyen en el caso del Hivernacle obras de drenaje y de impermeabilización y mejoras en la cubierta, las claraboyas y las paredes, que se pintarán de nuevo.
En el Umbracle, que seguirá funcionando como jardín para proteger del sol las plantas más delicadas, los trabajos acabarán en verano y se centran en recuperar la estructura metálica y la cubierta de madera.