El Barça vuelve a sentarse en el trono europeo. El conjunto de Jonatan Giráldez ha conseguido remontar un 0-2 adverso encajado la sprimera parte para batir al Wolfsburgo con dos dianas de Patri Guijarro como revulsivo y una de Rolfö (3-2). Las azulgranas vuelven al lugar del que nunca hubieran querido irse y suman la segunda Champions de su historia tras demostrar que de los errores se aprende. 

Las jugadoras del Barça se abrazaban una por una antes de quitarse el chándal. Lo hacían con una contundencia especial, como la de un equipo conjurado, consciente de la lucha conjunta que suponía estar en ese mismo instante en el césped. 

Gol a los 4 minutos

Fueron las primeras en colocarse en el campo. Preparadas para el encuentro, preparadas para hacer historia. Sin embargo, a veces esta es caprichosa y, para demostrar que has evolucionado te fuerza a repetir situaciones del pasado y el Wolfsburgo se unió a la causa. La alemanas tardaron cuatro minutos en romper el empate en el marcador. Ewa Pajor, letal, reventó la bola en el balcón del área y, pese al estirón de Paños sobre la línea de gol, la guardameta azulgrana no pudo evitar que la pelota acabara dentro de la red. 

Y, con el gol del Wolfsburgo, llegó el momento de demostrar. Que lo aprendido ha servido, que los baches en el camino para llegar a Eindhoven no han sido en vano. El Barça tenía la oportunidad perfecta para redimirse y vaya si lo hizo. El guion de Turín se repetía. Las culés, por debajo en el marcador, debían resarcirse y remontar. La fortaleza mental adquirida se tenía que poner de manifiesto sobre el césped.

Pese al ímpetu de Aitana recogiendo el balón de dentro de la red para correr a ponerlo en el círculo central, la diana de las alemanas ha adormecido al Barça. Les costaba conectar y avanzar. La pelota parecía pesada, como un peso muerto que cuesta de arrastrar, y los esfuerzos colectivos quedaban en papel mojado por el marcaje asfixiante del Wolfsburgo al centro del campo culé. Con Patri, Aitana y Walsh prácticamente anuladas por la presión, el Barça ha estado parco en ideas.

La peor pesadilla

El enfado de Jonatan Giráldez ha sido mayúsculo. El técnico, siempre paciente y sobrio, ha estampado su chaqueta contra el asiento antes de gritar con ímpetu a sus futbolistas. No le gustaba lo que estaba viendo. Lo que no sabía aún el entrenador azulgrana es que las cosas iban a ir a peor. Pasaban los minutos y el Barça no se encontraba. Sin recursos, algunas ocasiones esporádicas han llegado, pero nada realmente peligro como para poner el empate en el marcador. 

Y ahí, a poco minutos del descanso, fue cuando la peor pesadilla para el conjunto catalán se presentó en el Philips Stadion. Alexandra Popp, después de deshacerse al borde del reglamento de Mapi León, hizo y deshizo a su gusto. De cabeza remató un centro de Pajor para superar a Paños. 

Doblete de Patri

La primera parte se le hizo eterna al Barça, pero el descanso le sentó de maravilla. Las azulgranas cogieron aire e ideas, se pusieron el mono de trabajo y se levantaron en armas contra un Wolfsburgo apacible que salía saludando a la afición. 

La que capitaneó el equipo fue la que siempre pasa desapercibida. Patri Guijarro, el faro del equipo azulgrana, siempre correcta y organizadora, resucitó a un Barcelona en jaque mate. Primero fue después de una genialidad de Graham Hansen, que se deshizo de dos defensas en un abrir de cerrar de ojos para servir un centro milimétrico al pie de Patri. La de Palma remató con delicadeza y celebró con rabia. Estaban más cerca. 

A los dos minutos, volvió a ser Patri la que remató un centro de Aitana Bonmatí colándose totalmente sola en el área del Wolfsburgo. 2-2 y la afición del Barcelona explotó en un grito unísono. Volvían a estar dentro de la final.

La sentencia de Rolfö

Tras el empate, los dos conjuntos han recuperado fuerzas, adormeciendo un partido que se estaba volviendo frenético. Contemporizando, sin prisa, pero sin pausa, el Barça se plantó en terreno rival por imposición. Y, tras insistir, Rolfö hizo realidad los deseos de todo el barcelonismo. 

El área pequeña se convirtió en un pinball. Después de un rechace defectuoso de Roord, la pelota empezó a rebotar entre las piernas de Mariona y Aitana, sin que ninguna de ellas pudiera empujar la bola dentro de la red. Fue Rolfö quien, entrando de segundas, cruzó la pelota para sumar el tercero en el marcador tras una jugada totalmente surrealista. La sueca envió a casa al Barça en las semifinales del 2020 cuando militaba en las filas del Wolfsburgo, y ahora, en Eindhoven y vestida de culé, adelantaba en el marcador al conjunto de Jonatan Giráldez. 

Con el 3-2 en el marcador, llegó el momento para Alexia. En el minuto 89, la capitana redebutaba en Champions tras la lesión. Toda la afición culé se puso de pie para recibir sobre el verde a su capitana quien, minutos más tarde, levantaría la segunda Champions en la historia del Barça. 

Ficha técnica

Barcelona: Paños (6); Bronze (6), Paredes (7), Mapi (8), Rolfö (7); Bonmatí (8), Walsh (7), Guijarro (9); Graham Hansen (8), Paralluelo (5), Caldentey (7). Técnico: Jonatan Giráldez (7). Cambios: Geyse (6) por Paralluelo (m. 70); Crnogorcevic (sc) por Graham Hansen (m. 79); Pina (sc) por Mariona (m. 79); Alexia (sc) por Aitana (m. 89); Engen (sc) por Walsh (m. 89).

Wolfsburgo: Frohms (4); Wilms (6), Hendrich (6), Janssen (6), Rauch (5); Oberdorf (6), Roord (6); Huth (7), Popp (8), Jonsdottir (6), Pajor (7). Técnico: Tommy Stroot (6). Cambios: Lattwein (5) por Roord (m. 71); Bremer (sc) por Pajor (m. 84); Hegering (sc) por Wilms (m. 84).

Goles: 0-1 (m. 4), Pajor; 0-2 (m. 37), Popp; 1-2 (m. 48), Patri; 2-2 (m. 50), Patri; 3-2 (m. 70), Rolfö.

Árbitra: Cheryl Foster (5), galesa.  

Tarjetas: Hendrich, Bonmatí, Jondosttir.

Estadio: Philips Stadion de Eindhoven.

Espectadores: 33.147 espectadores.