Toda la seguridad que tenía el Barça, toda la solvencia que había adquirido para ser campeón, ha saltado por los aires nada más recibir el trofeo. Las derrotas que evitó durante diez meses, vienen seguidas, una tras otra, cada tres días. Relajado en exceso, al punto de afear su imagen, el campeón resucitó a un Valladolid moribundo al borde del descenso.
Se acabó la Liga y el Barça se ha despedido, desconectado, desinteresado con lo que les pase a los demás, feliz con su título. La intensidad y la exigencia han sido, efectivamente, las virtudes que le permitido coronarse. A la que rebajó unos grados la actitud, ha palmado. Encajó dos goles cuando llevaba cuatro en el derbi con el Espanyol, dos más en la fiesta del sábado noche y otros tres en Valladolid. Xavi cambió a Ter Stegen en el descanso para ahorrarle el sofoco, frustrado ya el récord de las 26 porterías a cero que persigue y evitar que llegue a encajar 18 tantos, que es el otro récord.
Ter Stegen ve el balón encaminándose hacia la red.
/Goles a chorro
Caen las derrotas porque caen los goles a chorro a un Ter Stegen que encajó en Zorrilla dos en 22 minutos. Hacía diez años, desde diciembre de 2013, que no recibía dos tantos en tan poco tiempo. Fue el Getafe. Pero a aquel Getafe le cayó la del pulpo con aquel Barça. Antes del descanso, Pedro había colocado el 2-3 y Cesc, después, lo dejó en un 2-5.
A este Barça no le sobran goles, sino que le faltan, por más que Lewandowski sumara otro y va a obtener el Pichichi. Raphinha remató mucho más que él ayer, pero Jordi Masip se empeñó en frustrarle con unas intervenciones propias del Zamora que ganará Ter Stegen, sorprendido en el primer gol, corresponsable en el segundo por una mala salida. Nadie protestó, ni siquiera el primer interesado, el penalti de Eric, arrancado por Plata. Luego, Eric, primero medioocentro, luego lateral, rompió el fuera de juego de Plata en el 3-0.
Christensen se lamenta tras marcarse el autogol.
/Lewandowski suma otro
Era un signo de la abulia, del desinterés que desprendía el once azulgrana por la alineación y el tono general de los futbolistas y que desesperó a Xavi. De los cinco cambios en el once titular sobresalía la primera presencia de Pablo Torre. Su ilusión quedaba solapada por el ritmo parsimonioso del grupo que Xavi no pudo alterar.
El Valladolid estuvo siempre enchufado, jugándose la vida, y no paró de correr y de apretar. Dos postes, ya con Iñaki Peña en el campo, y con Kessie para igualar la fuerza, impidieron una goleada escandalosa. Entraron Ferran y Dembélé y se marchó el reivindicativo Raphinha, que salió del campo enfadado, como siempre, pero exhibiendo una camiseta de apoyo a Vinicius y levantando el puño derecho. “¡Mientras el color de la piel sea más importante que el brillo de los ojos, habrá guerra! tmj, vini jr.”, rezaba la inscripción rezaba la inscripción, recogida de una canción de Bob Marley.
Raphinha sustituido muestra su apoyo al jugador del Real Madrid, Vinicius
/Koundé amenaza con irse
No le está resultando nada tranquilo al equipo el triunfo en el campeonato. Tras la victoria sobre Osasuna, se anunciaba la marcha (luego fue marcha atrás) de Mateu Alemany; al día siguiente de la rúa Jordi Cruyff comunicaba que se iría el 30 de junio cuando ya se negociaba con Deco y durante el día trascendió que Jules Koundé prefiere salir del Barça que jugar de lateral derecho. Algo que quedó confirmado por Alemany. "Son situaciones internas que resolveremos internamente", contestó el ejecutivo a los micrófonos de Dazn.
Tal vez ese pulso de Koundé fuera el motivo de su exclusión de Valladolid, aunque Xavi adujo en la víspera que era por cansancio muscular. No jugó Balde en la derecha, como el sábado ante la Real (Koundé había sido central y su impericia provocó el 0-1), sino que reapareció Sergi Roberto para componer una defensa inédita con Christensen, Marcos y Balde.
Peor estuvo Christensen que Koundé. El danés atentó también contra Ter Stegen. Lo hizo más directamente que su compañero al cabecear hacia la red un centro de Machís. Habían transcurrido menos de dos minutos y la hinchada del Valladolid, que estaba protestando su desdicha clasificatoria, transformó su humor y se marchó feliz por la alegría que le dio el Barça campeón.
Xavi da ánimos a uno de sus jugadores.
/Ficha técnica
Valladolid: Masip (9); Fresneda (6), Javi Sánchez (7), Joaquín (sc), Olaza (4); Plano (5), Roque Mesa (6), Aguado (6);#Plata (8), Larin (7), Machís (7). Técnico: Paulo Pezzolano (8). Cambios: Torres (6) por Joaquín (m. 16); Monchu (6) por Mesa (m. 56); Escudero (6) por Olaza (m. 56); K. Perez (sc) por Plano (m. 71); Rosa (sc) por Machís (m. 71).
Barcelona: Ter Stegen (4); Sergi Roberto (4), Christensen (4), Marcos (5), Balde (6); De Jong (6), Eric (4); Gavi (4); Raphinha (7), Lewandowski (5), Pablo Torre (6). Técnico: Xavi Hernández (4). Cambios: I. Peña (5) por Ter Stegen (m. 46); Kessie (5) por S. Roberto (m. 46); Ferran (5) por P. Torre (m. 62); Dembélé (5) por Raphinha (m. 62); A. Fati (sc) por Gavi (m. 76).
Goles: 1-0 (m. 2), Christensen (pp); 2-0 (m. 22), Larin; 3-0 (m. 74), Plata; 3-1 (m. 84), Lewandowski.
Árbitro: Soto Grado (6), riojano.
Tarjetas: Fresneda, Raphinha.
23:58
23:55
23:43
23:39
23:38
23:33
23:29
23:22
23:19
23:15
23:10
23:09
23:04
22:47
22:45
22:43
22:39
22:31
22:30
22:27
22:22
22:20
22:18
22:16
22:14
22:13
22:09
22:02
22:01
22:00
21:58
21:57
21:51
21:49
21:44
21:43