ANÁLISIS

La contracrónica del Espanyol-Barça: Balde y Lewandowski silencian el universo perico

Balde y Gavi celebran el gol de Lewandowski, que era el 0-1 al Espanyol en el derbi barcelonés. / Jordi Cotrina

Y el perico abandonó su casa antes de tiempo. Se marchó desolado. Abatido, destrozado y rendido, excepto más de 400 que invadieron el césped mientras el Barça celebraba el título a la carrera porque temió por su integridad física al producirse una lamentable invasión de campo. Ni 40 minutos le duró el derbi porque topó con el mejor Barça, un equipo reconocible de inicio a fin. Un equipo que era, curiosamente, el mismo al que le costó ganar a Osasuna.