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59 minutos de angustia en Cádiz

Los jugadores del Cádiz y el Barça están pendientes de la grada al interrumpirse el partido. / EFE/Román Ríos

Sin Lewandowski no hay paraíso. Sin Lewandowski, el Barça se asemeja al equipo vulgarizado de la pasada temporada: buenas intenciones, pero la portería se hace estrecha. El gol requiere de la puntería ausente en la primera parte del polaco. En el área los balones se paseaban a la búsqueda de su bota caníbal, que no pisó el césped hasta la segunda parte. Y cuando ingresó, se hizo notar. A los ocho minutos, en concreto. El señor de 34 años con físico de veinteañero se abalanzó sobre una pelota que se despegó de un barullo y anotó el segundo tanto. Partido resuelto y, interrupción mediante, a pensar en Múnich.