Alemany activa el plan para refundar la plantilla del Barça

En invierno hizo "un milagro", según ha reconocido el propio Laporta, manejándose con astucia en tiempos de escasez y miseria, consiguiendo la llegada de cuatro fichajes (Ferran Torres, Aubameyang, Adama y Alves), para entregarle a Xavi recursos que le permitieron llevar al Barça al segundo puesto de la Liga. En este mercado veraniego, el plan es todavía más complejo para Mateu Alemany, el director de fútbol, quien acompañado por Jordi Cruyff debe ejecutar la hoja de ruta diseñada hace meses por el técnico. Una hoja de ruta que es, en realidad, una auténtica revolución en todas las áreas del equipo. Desde la defensa (si Xavi se sale con la suya vendrían hasta cuatro titulares, como Azpilicueta, Koundé, el más complicado, Christensen, ya cerrado, pero aún no presentado, y Marcos Alonso) hasta un cambio de piezas en el centro del campo (Bernardo Silva, del Manchester City, llenaría la libreta del técnico, tras haberse concretado la adquisición de Kessié), pese a que Frenkie de Jong se resiste a dejar su casa recién comprada en Barcelona. Insiste, sin embargo, el United. Insiste para complacer a Ten Hag, su nuevo entrenador, con quien el azulgrana compartió unos grandes momentos en el Ajax. Insiste, además, para llevarse a uno de los grandes talentos del fútbol europeo (25 años), capaz como está de desembolsar hasta 80 millones de euros. Xavi no quiere que Frenkie de Jong se marche. Ni el jugador quiere irse. Pero si ese dinero le sirve para traer a Lewandowski o acercarle a Bernardo Silva y Koundé al Camp Nou ese deseo pierde fuerza. Porque la clave está en la nueva bandera del ataque, bandera que debe enarbolar Lewandowski, a quien no resulta nada fácil sacarlo de Múnich. Aunque ahora, una vez cerrado el fichaje de Sadio Mané por el Bayern, después de que Klopp ordenara firmar un cheque de 100 millones de euros para llevarse al Liverpool al uruguayo Darwin Núñez. Buscando extremo No se debe olvidar tampoco el extremo que requiere Xavi para sentarse en la silla que aún ocupa Dembélé. Al menos, hasta el 30 de junio. Quedan 10 días y sigue el francés sin decir nada. El elevado coste de Raphinha (el Leeds quiere 50 millones de euros por el brasileño, de 25 años) facilitaría la apuesta por el Ángel di María, que ha abandonado el PSG y queda libre en el mercado. Aunque la Juve aprieta para llevarse al veterano argentino (34 años). Alemany, que asistió en silencio a la larga asamblea (duró cuatro horas) en las que los compromisarios avalaron por arrolladora mayoría (el 84%) la venta de activos, está aliviado. Aliviado porque tendrá dinero (aún no sabe cuánto) para la profunda remodelación que exige Xavi en el vestuario y, al mismo tiempo, presionado. Operación salida atascada Presionado para encontrar salida a jugadores que han sido secundarios y marginales (Riqui Puig, Braithwaite, Lenglet, Mingueza, Umtiti, Luuk de Jong, Neto, si halla club que asuma su alto salario), pero resultan imprescindibles para aliviar la desbocada masa salarial que ahoga al club y viendo como se le van piezas que quería el técnico (Dembélé) y otros, como Alves, ya se amortizaron en seis meses al quedarse sin sitio en el nuevo Barça. "Tengo todavía un año de contrato, por eso he pedido al club el visto bueno de un traspaso. Y en la situación actual es la mejor solución, sobre todo porque el club todavía puede recibir dinero por el traspaso" Lewandowski, delantero del Bayern De los cuatro fichajes del pasado invierno siguen, por lo tanto, dos: Ferran y Aubameyang, aunque el rol del exdelantero del Arsenal en el equipo no será tan importante porque el puesto de ‘nueve’ titular se le reserva a Lewandowski, quien ha entrado ahora en un mensaje mucho más sosegado hacia el Bayern para apaciguar la tensión. "Tengo todavía un año de contrato, por eso he pedido al club el visto bueno de un traspaso", declaró el delantero polaco al diario alemán Bild exhibiendo el cambio de postura. "Y en la situación actual es la mejor solución, sobre todo porque el club todavía puede recibir dinero por el traspaso", añadió Lewandowski, indicando, además, que "no quiero forzar nada porque hay que enfriar las emociones". El triángulo está formado por Liverpool, Múnich y Barcelona. El dinero azulgrana serviría para financiar el coste del traspaso de Mané. Y el club inglés ya ha cerrado el traspaso del senegalés al Bayern por 41, prácticamente el 50% de lo que le ha costado Darwin Núñez. Por lo tanto, se ha cumplido el primer movimiento de esa triple negociación. Reducir, sí o sí, masa salarial Alemany está aliviado, pero también presionado porque debe encajar ese tremendo rompecabezas en poco más de un mes ya que tiene de plazo hasta el 31 de julio para ajustar al Barça en el fair play financiero que le fija LaLiga. Presionado porque el objetivo de máximos sería reducir la masa salarial en 160 millones, por lo que pasaría de los 560 actuales a los 400 que marca la junta como signo de viabilidad y coherencia económica. Eso obliga a la imprescindible rebaja de los capitanes. Sergi Roberto, que es el cuarto, ya ha dado el primer paso aceptando una renovación por un año muy a la baja, situándose su nuevo salario en un 60% menos, según algunas fuentes. Piqué dejó claro a Xavi en la conversación que mantuvieron ambos hace dos semanas sobre su nuevo papel en el equipo, ya no tan relevante ni trascendente, que estaba dispuesto a aceptar ese nuevo tijeretazo, mientras Busquets y Jordi Alba se han mostrado dispuestos a "ayudar" al club. ¿Cómo? No ha quedado concretado aún, como tantas y tantas cosas que flotan alrededor del Camp Nou sin certeza alguna. "Hay que cambiar muchísimas cosas", dijo Xavi tras cerrar la Liga con otra derrota en casa ante el Villarreal, poniendo palabras a la revolución que exigía ("ahora empieza el partido de los despachos, que es más importante que el del campo", sostuvo) para iniciar su proyecto con garantías de éxito. Alemany lleva meses jugando ese partido, pero en territorio pantanoso porque no manejaba toda la información adecuada para librarlo. Ahora ya sabe que hay dinero. Quizá no tanto como desearía, pero en un mes y medio tiene que cerrar casi 20 operaciones entre fichajes, ventas, traspasos o cesiones, con Xavi disfrutando de sus vacaciones en la Costa Brava, que interrumpió para asistir en Sevilla este fin de semana a la boda de Jordi Alba. Pero sin despegarse del móvil cruzando los dedos para recibir llamadas de Alemany. Llamadas que le traigan buenas noticias.

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