EL ENÉSIMO DISGUSTO

Lo que Koeman (ni nadie) entiende del Barça

  • La responsabilidad del técnico en la gestión del equipo no incluye la asunción de los errores de los futbolistas

Messi, desesperado, en el Levante-Barça. / Pablo Morano / Reuters

Entre todos mantuvieron viva la ilusión hablando más que jugando. A cada tropiezo respondían que ganando los partidos que faltaban serían campeones. Primero eran cinco, luego tres. Palabras vacías de contenido, de goles insuficientes. La colección de errores se ha elevado a la categoría de insostenible. El equipo se ha degradado hasta el nivel de regalar el título y sumar la segunda campaña –también falló como una escopeta de feria en la anterior- aplaudiendo a otro campeón.