Acabó el partido lesionado. Jugó lesionado los minutos finales. Pero ejerció, como recordó después Koeman, una lección de "liderazgo" para sostener y llevar al Barça a la final de la Copa del Rey. Gerard Piqué ha vuelto a sufrir otro percance en la rodilla derecha, la misma que le tuvo dos meses y medio de baja.
No es, sin embargo, una rotura, como la que padeció en el Metropolitano el pasado mes de noviembre ante el Atlético de Madrid. Piqué padece, según ha informado el Barça, "un esguince del ligamento lateral interno de la rodilla". Aunque el club no ha precisado el período de baja que deberá estar, pero las informaciones que se manejan indican que podría estar entre dos y tres semanas de baja.
Las primeras exploraciones indicaban que la lesión no era tan importante como la primera. Hasta Koeman, nada más colarse en la final de la Copa del Rey, mantenía un discurso nada pesimista. "Hay que esperar. No es lo mismo, es otra cosa", había dicho el técnico.
La segunda exploración médica ha confirmado el esguince de rodilla para un jugador esencial en el Barça. "Gerard ha demostrado ser uno de los líderes del equipo, aguantando, defendiendo y marcando el gol", había subrayado Koeman.
"Su evolución marcará la disponibilidad", se limitan a comunicar los servicios médicos del Barcelona sobre el posible retorno de Piqué. Se queda Koeman sin su líder en la defensa, como ha demostrado en los dos últimos partidos ante el Sevilla. En la Copa, fue decisivo con ese gol de cabeza, tras asistencia de Griezmann, que llevó a los azulgranas a la prórroga.
Ahora, Koeman podrá recuperar a Araujo, que reapareció en el Sánchez Pizjuán, pero notó unas molestias en el tobillo izquierdo, que le impidieron jugar en la Copa contra el Sevilla.