Aitana Bonmatí: "Jugar en el Camp Nou es un sueño y espero que ayude al fútbol femenino"

Aitana Bonmatí ha ido a contracorriente desde la cuna. Cuando nació en 1998 ya se habían iniciado los trámites legislativos para acabar con la prevalencia del apellido del padre. Aitana llevó los dos de la madre hasta que en el 2000 pudo ser de las primeras de España en registrarse con el de su padre como segundo. Sus padres le inculcaron desde pequeña el compromiso social. Empezó a jugar en el Club Deportiu RIbes, donde era la única chica en equipos mixtos. Peleas e insultos machistas de algunos chavales eran constantes pero no se achantó y siguió jugando hasta que en el 2016, con 14 años, fichó por el Barça. Elegida en el 2019 mejor jugadora catalana del año, esta joven combativa que quiere aprovechar su proyección pública para poner el foco en desigualdades sociales cumplirá el miércoles ante el Espanyol su sueño de jugar en el Camp Nou, 50 años después del histórico primer partido femenino en el coliseo azulgrana. Se lo preguntaba una niña de un campo de refugiados de Lesbos: a nivel personal ¿cómo le ha cambiado la vida como futbolista profesional? Bueno la verdad es que a nivel personal he tenido que dejar muchas cosas de lado, porque ser profesional son 24 horas al día y todo lo que hagas tiene que ser pensando en tu rendimiento deportivo, desde la aimentación hasta el descanso; yo antes tenía mucha vida social ahora ya no tengo tanta. Pero estoy viviendo algo muy positivo y que lo recordaré toda la vida por lo que compensa todo el resto. Esta es una época corta en la vida y la estoy disfrutando mucho, la verdad. ¿Si no fuera futbolista estaría vinculada al ámbito de las ONGs? SIempre tuve claro que quería ser futbolista pero sí que está claro que me gusta aportar mi grano de arena en algunas causas sociales. Al final no es lo mismo una persona normal que alguien como nosotras que somos más conocidas. Me siento con la responsabilidad de ayudar socialmente y de transmitir valores deportivos a la sociedad. Creo que podemos ser una fuente de ayuda importante. Con la Fundació del Barça tenía previsto visitar un centro de menas. Empecé a colaborar con la Fundación del Barça de forma voluntaria hace un año o así. Para implicarme sobre todo en el programa de refugiados inmigrados, sobre todo en el tema de los menas en Catalunya. La idea era poder ir a centros en Catalunya para ver cómo estaban. Visitarles, intentar ayudarles. Y también ir al campo de refugiados de Lesbos para ver la realidad de esas personas que desgraciadamente es dura, e intentar también como pudiera. Pero ha venido el covid y lo ha hecho saltar todo por los aires, y a esa gente aún les ha afectado más. Si ya tenían pocas herramientas, ahora aún menos. Sabe muy mal. ¿Se imagina cómo puede ser la vida de una chica de tu edad en esos campos? Pues muy dura, la verdad. Hay muchos jóvenes y no jóvenes refugiados. Gente que ha sufrido situaciones muy duras y que deben tener muchos traumas y que psicológicamente deben de estar muy tocados. Debe de ser durísimo, la vida en los campos no debe de ser fácil pero la Fundación del Barça intenta ayudar para que su vida sea un poquito mejor de lo que es. Muchos menas huyen de entornos de pobreza, de conflictos armados... ¿Entiende que tengan que combatir el estigma de delincuencia cuando muchos de ellos no tienen nada que ver con eso y solo intentan sobrevivir? Creo que no es justo, que deberíamos ser un poco más empáticos, ponernos en su piel. Viven situaciones muy distintas a las nuestras. Y tenemos que entender que muchos de ellos tienen muchos problemas psicológicos: han sufrido violaciones, explotaciones infantiles y juveniles, mil maltratos... Deberíamos ser un poco más empáticos. Aunque pueda haber alguno que sea delincuente, no se puede generalizar ni etiquetar así. Una consciencia social que ya le venía de cuna. Tengo la suerte de tener unos padres bastante reivindicativos, que me han inculcado todos estos valores, ya sea la lucha de la mujer, conciencia social de ayudar a los más desfavorecidos. Todos estos que llevo en la sangre desde bien pequeña. En la sangre y en los apellidos. Correcto. Mis padres fueron pioneros en cambiar el orden de los apellidos. Una muestra más de la familia de donde vengo. También fue pionera en el Club Deportiu Ribes, donde era la única chica en el equipo de chicos y no lo tuvo fácil. Mi pueblo, Sant Pere de Ribes, era pequeño y no había chicas que jugaran en equipo de chicos. Ahora igual sí que hay. Estuve jugando allí de los 7 a los 13 años. No fue fácil, pero lo recuerdo como algo positivo, que me ha ayudado a ser como soy, a tener el carácter que tengo. Era cada día con enfrentamientos y peleas con mis compañeros. Éramos pequeños y ellos no toleraban ciertas cosas, pero creo que me ha ayudado. Tener que sacarme las castañas del fuego sola desde bien pequeña me ha ayudado a no dejarme pisotear. Lo veo como algo positivo, con la distancia. ¿Hay una apuesta real por el fútbol femenino en España o mucho postureo? Tras el Mundial de Francia hubo un boom y ahora creo que estamos como estancadas. Creo que hemos dado algún paso atrás en algunos ámbitos. Sé que lo del covid afecta, pero pediría un poco más de implicación para que esto mejore. Y tomar ejemplo de Inglaterra por ejemplo, donde lo están haciendo bastante bien. ¿En qué cree que se han dado pasos atrás? Siguen habiendo problemas en las teles, de intereses, y eso afecta a la visibilidad. Se daban más partidos que ahora, donde hay muchos más problemas. Es importante la visibilidad, que se emitan el mayor número de partidos posible por la tele. Y se ha sumado a que con el covid no pueda haber público en las gradas, cuando empezaba a venir más gente en las gradas. La gestión del covid es complicada pero hemos intentado hablar con las instituciones para que nos traten un poco mejor. En general, bastantes cosas. Sobre el tema de la visibilidad, los Reyes traerán el derbi en el Camp Nou. ¿Qué supone para usted y para el crecimiento del fútbol femenino? Poder jugar el derbi en el Camp Nou es un sueño, de pequeña iba a todos los partidos del Barça. Muy contenta por este hecho y espero que jugar en el Camp Nou contribuya a dar visibilidad al fútbol femenino y llegue a mucha gente. Derbi histórico 50 años después El fútbol femenino volverá el miércoles al Camp Nou 50 años después de aquel primer partido entre la Selección Ciudad de Barcelona y el Centelles.A diferencia de ese encuentro histórico, que se disputó antes del Barça y el CSKA de Moscú del día de Navidad de 1970 y tuvo 60.000 espectadores, las gradas estarán vacías por el covid. Pero será un reconocimiento a las pioneras azulgranas y un paso más en la apuesta del Barça por el fútbol femenino. Imma Cabecerán provocó en otoño de 1970 una entrevista con el presidente Agustí Montal que hizo posible aquel choque histórico, semilla del Barça femenino actual. Las jugadoras de Lluís Cortés se medirán con el Espanyol el miércoles a las 18.00 horas en el primer partido que las azulgranas juegan en el templo barcelonista desde la profesionalización del equipo en el 2015. Las vigentes campeonas de la Liga Iberdrola, que son líderes en la presente edición y que en mayo del 2019 se colaron en la final de la Champions, han comandado el crecimiento del fútbol femenino enEspaña en los últimos años. El club y la Agrupació de Jugadors del Barça han preparado una serie de acciones paralelas para conmemorar aquel primer partido en el Camp Nou, con varias piezas audiovisuales que repasan momentos clave de la historia del equipo femenino. Aitana Bonmatí y Alexia Putellas, dos de los referentes del equipo actual, participaránn en un unboxing de objetos característicos de la década de los años 70, imágenes de aquel primero partido o una reproducción de la primera Copa de la Reina del Fútbol Femenino 1993/94.

Aitana Bonmatí: "Jugar en el Camp Nou es un sueño y espero que ayude al fútbol femenino"

"Tras el Mundial hubo un ‘boom’ y ahora creo que estamos estancadas. Se han dado pasos atrás"

"Era la única chica en mi equipo y cada día con enfrentamientos y peleas con mis compañeros. Ellos no toleraban ciertas cosas"

"Deberíamos ser un poco más empáticos con los menas, ponernos en su piel"

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