Tiene la confianza de Koeman, el técnico que le abrió la puerta del retorno al Camp Nou, pero todavía no acaba de ser decisivo. El sábado, sin ir más lejos, Philippe Coutinho fue sustituido en el Carranza cuando el Barça perdía 1-0 y buscaba el entrenador, pero sin éxito, soluciones para un partido que le ha enviado casi al precipicio en la Liga, instalado ahora a 12 puntos del Atlético en la Liga.
Ahora, con todo hecho en la Champions, solo pendiente de asegurar el primer puesto ante la Juve, el brasileño reflexiona sobre el momento actual del equipo. Y, especialmente, sobre él mismo. "Yo soy el primero en exigirme. Sé que mi rendimiento no es el que todos esperaban", ha confesado Coutinho en un mensaje autocrítico.
“Esto es el Barça y hay mucha atención de todos. Lo que puedo decir es que he trabajado mucho mentalmente para estar muy bien, Me considero mucho mas fuerte en ese sentido”, ha subrayado el jugador, recordando que el equipo vive "un proceso de renovación cambiando piezas importantes del equipo. Hay que mejorar cada detalle que no sale bien".
Ambiente "frustrado"
"Hay que tener paciencia y nosotros debemos hacer lo mejor posible para recuperarnos lo antes posible", ha dicho Coutinho, dolido por la derrota en Cádiz. "Quedó un ambiente frustrado, pero veo a todos los jugadores con muchas ganas. Todos queremos cambiar el momento que estamos viviendo. Mentalmente, hoy soy más fuerte que antes".
Sobre su posición en el campo, Coutinho no tiene dudas: "Centrado me siento mejor, pero juego donde decida el entrenador". Le encanta jugar de media punta por detrás del delantero, pero asume hacerlo en la banda izquierda como ocurrió, por ejemplo, ante el Cádiz. Ha dicho también Coutinho que ha mejorado "con el trabajo físico" después de su gris paso por el Camp Nou en su primera etapa.