reprobación al presidente

'Més que una Moció' quiere interventores en la validación de firmas

Los promotores de la acción contra Bartomeu piden al club garantías de transparencia y que la comprobación sea rápida y ágil

La Mesa del voto de censura queda configurada con los cinco miembros para proceder desde este martes a la verificación de los avales

Marc Duch, portavoz  de la moció de censura, con una de  las cajas de firmas que se depositaron en el Auditori 1899 del Canp Nou el pasado 17 de septiembre. / JORDI COTRINA

La Mesa de la moción de censura se constituye este martes para proceder a la validación de las 20.731 firmas que entregó el colectivo Més que una Moció para votar la continuidad o la deposición de Josep Maria Bartomeu. El club ha agotado el primer plazo de los diez días hábiles (los avales se entregaron el 17 de septiembre) para designar a los cinco componentes de esta mesa que establecerá la logística para la comprobación de estas firmas. Tendrá otros diez días hábiles para hacerlo, con lo que el ritmo de trabajo del club deberá aumentar sensiblemente. Son necesarias 16.521 firmas válidas para que la moción prospere hacia la siguiente fase que sería el referendum.

Jordi Farré y Josep Triadó serán los dos representantes de los promotores, mientras que Marta Plana y Jordi Argemí son los dos directivos designados por el Barça. Josep Maria Vallbona es el representante de la Federació Catalana de Futbol (FCF), el quinto miembro de la Mesa y el árbitro para decidir cualquier diferencia en el protocolo de revisión. 

Grafólogo y llamada

La primera surgirá sobre el proceso de validaciónMés que una Moció quiere que la comprobación sea rápida y ágil y cuente con todas las garantías. Los promotores desearían contar con varios interventores en función de las mesas que se preparen para analizar las más de 20.000 firmas. "Es imprescindible que el club sea diligente en el análisis formal de las papeletas", solicitaba Marc Duch, uno de sus portavoces. El grupo espera que los directivos no pretendan revisar cada firma con un grafólogo y una llamada al socio para verificar la autenticidad de su adhesión, como se especula, sino solo las papeletas que generen alguna duda, para evitar la ralentización que sufriría el proceso.

"Nos genera mucha incomodidad que se sospeche que el socio es capaz de prestarse a conductas irregulares o de ser presuntamente proclive al fraude", dijo Duch. En el caso de que se estipule la llamada telefónica al socio, exigiría un protocolo añadido para la validación o anulación en función de si existe o no una respuesta del firmante.

"Tenemos una total confianza en los voluntarios y los trabajadores del club", insistió Duch, respecto al hecho de que los estatutos no contemplan la presencia de interventores y que la directiva puede oponerse a ellos más allá de la presencia de Farré y Triadó.

Después de los diez días hábiles previstos para la autentificación de las firmas (el plazo acabaría el 12 de octubre), la Mesa tendrá entre diez y veinte días para admitir la moción y pedir a la directiva que elija un día para el referendum en el que se votará el cese de Bartomeu y su junta.

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