Ansu Fati hace historia pero el Barça se atasca en El Sadar (2-2)

Acostumbrado en los últimos años a comenzar las temporadas de manera fulgurante, el FC Barcelona llega al parón liguero en una situación algo insólita después de haber dejado escapar cinco puntos en tres jornadas. En El Sadar, ante el recién ascendido Osasuna, el equipo azulgrana se condenó por culpa de una primera parte desastrosa y solo pudo arrancar un empate en un partido que se recordará, sobre todo, como el del estreno goleador de Ansu Fati, ese prodigio de 16 años que pulveriza récords históricos en cada una de sus apariciones.

Ha sido tanto el ruido generado este verano en torno al presunto intento de fichar a Neymar que se hace difícil, al menos hasta que el mercado cierre por fin oficialmente sus puertas el lunes, relatar los partidos del Barça sin vincular lo que en ellos ocurre con el tortuoso serial protagonizado por el astro brasileño. Y si la brillante irrupción de Antoine Griezmann el pasado domingo regaló unos cuantos argumentos de peso a quienes cuestionan la necesidad de incorporar a Ney, el desangeladísimo paso del francés por El Sadar volvió a alimentar las dudas.

Rakitic, de nuevo al banquillo

Repitió alineación Ernesto Valverde, que relegó otra vez a Ivan Rakitic al banquillo (por tercera jornada consecutiva; algo se ha roto ahí) y apostó por el tridente de ataque formado por Griezmann, Rafinha y Carles Pérez. Sin embargo, las buenas sensaciones que dejó el partido frente al Betis, jugado con ese mismo once, se evaporaron rápidamente como la bolita bajo el cubilete del trilero.

Ni siquiera el cierzo, que justo antes de empezar el partido empezó a hablar, como en la canción de Gabinete Caligari pero con más timidez, aliviaba el inclemente calor que hacía en la capital navarra. Osasuna se adaptó mejor y más rápidamente a las condiciones climáticas y, jugando con una marcha más, no tardó en maniatar al Barça en la zona ancha y en amenazarlo con fulgurantes ataques ejecutados siempre con muchos hombres. En uno de estos llegó el gol rojillo, después de que Brandon, en la posición de extremo, dejara sentado a Lenglet y sirviera un centro preciso al área que Roberto Torres pudo rematar a placer. Por tercera vez en tres jornadas, a los azulgranas les tocaba remar contra el marcador.

Pero esta vez, lejos de provocar una reacción, el gol en contra acabó de desconectar al Barça, incapaz de tirar a puerta en toda la primera parte. Su fútbol anémico, de movimientos lentos y predecibles, apenas inquietó a Osasuna, que se dedicó a verlas venir mientras la grada de El Sadar se lo pasaba pirata. Con Griezmann desaparecido, De Jong fuera de sitio y Busquets extrañamente fundido, la única noticia positiva del cuadro visitante fue la aparición en la banda del novicio Ansu Fati para calentar.

Gol histórico de Ansu Fati

Y no lo hizo en balde. Valverde dio entrada al niño tras el descanso en sustitución de Semedo, cuya posición en el lateral fue ocupada por Sergi Roberto, lo que permitió a De Jong desplazarse a la derecha, donde el holandés se expresa con bastante más naturalidad. El nuevo dibujo permitió al Barça empezar a gobernar el partido con cierta autoridad, empeño que se vio favorecido por el gol con el que Ansu Fati se convirtió en el anotador más joven de la historia del club, gracias a un inapelable remate de cabeza tras un centro preciso de Carles Pérez, otro canterano.

Tras el ominoso primer tiempo azulgrana, la fe en la remontada agitaba ya al viento sus trémulas velas y ni siquiera la lesión de Rafinha pudo truncar los mejores minutos de juego visitante. De hecho, más bien al contrario, porque fue su sustituto, Arthur, el encargado de marcar el 1-2 (el primer gol del brasileño con la camiseta del Barça), al resolver con calidad una jugada dentro del área local.

Roberto Torres engaña a Ter Stegen en el penalti que supuso el 2-2. / ANDER GILLENEA

Con Arthur y De Jong adueñándose del centro del campo y Ansu Fati y Carles Pérez fijados en las bandas, el equipo de Valverde se reconocía y se gustaba. Tanto, que acabó cayendo en un cierto ensimismamiento que permitió a los rojillos volver al partido y empezar a pisar el área visitante. El primer aviso, un disparo lejano de Juan Villar, lo despejó Ter Stegen con solvencia, pero apenas dos minutos después Martínez Munuera sancionó como penalti unas manos de Piqué y Torres puso el empate.

Y a partir de ahí, a correr. Carles Pérez tuvo en sus botas el gol de la victoria pero se le apagaron las luces en el peor momento. Ansu Fati recordó que solo tiene 16 años. Y el Barça acabó dejándose dos puntos y quizá la posibilidad de dejar zanjado el debate sobre Neymar.

Osasuna, 2 - Barcelona, 2

<strong>Osasuna: </strong>Rubén (5); Nacho Vidal (5), David García (6), Aridane (6), Estupiñan (6); Torres (8), Oier (6), Fran Mérida (5), Rubén García (5); Chimy Ávila (6), Brandon (6).