El resultado del sorteo de la fase de grupos de la Champions League celebrado en el Fórum Grimaldi de Mónaco admite, desde la óptica barcelonista, dos lecturas posibles: a) Es positivo para el Barça enfrentarse a equipos exigentes ya desde el principio porque eso obligará a los de Valverde a entrar concentrados en la competición y el público verá partidos entretenidos. b) Al Barça lo ha mirado un tuerto. Tanto si se elige una como la otra, lo que es innegable es que el grupo en el que ha caído el conjunto catalán, el F, es el más fuerte de todos. El Borussia Dortmund, el Inter de Milán y, en el papel de comparsa, el Slavia de Praga serán los rivales a los que deberán medirse los azulgranas.

El Dortmund era, junto con el Tottenham, quizá el cuadro más temible de cuantos figuraban en el segundo bombo. La verticalidad de su fútbol, la calidad de hombres como Matts Hummels, Marco Reus y Jadon Sancho y el pletórico estado de forma del exbarcelonista Paco Alcácer (cinco goles en los primeros cuatro partidos del curso) hacen del equipo de Lucien Favre una amenaza que el Barça deberá tomarse muy en serio. Los alemanes ya han empezado a preparar el duelo en el terreno psicológico: cuando el azar, guiado por las manos de Wesley Sneijder y Petr Cech, emparejó a ambos clubes, el BvB publicó en su cuenta de Twitter un mensaje que decía "Es hora de practicar nuestros saques de esquina", en alusión al grotesco despiste a la hora de defender un córner que les costó a los azulgranas la eliminación ante el Liverpool. El capitán del Dortmund, Marco Reus, confesó tras el sorteo que tanto él como sus compañeros tenían ganas de cruzarse con los catalanes.

Un Inter muy mejorado

También el Inter de Milán era, y esta vez con diferencia, el auténtico coco del bombo 3. Con Antonio Conte al volante y refuerzos de postín como Romelu Lukaku, Diego Godín y Alexis Sánchez, el conjunto 'neroazurro' llega a la competición en una versión bastante mejorada (un Inter 'reloaded', vaya) respecto al que se enfrentó al Barça la pasada temporada y que a punto estuvo de dejar fuera del torneo al Tottenham. Cierra el que ya se conoce como grupo de la muerte el Slavia de Praga, un equipo con mucho menos pedigrí que los otros tres pero que el año pasado dio la campanada al apear al Sevilla de la Europa League en los octavos de final.

"Por nombres es un grupo fuerte, de los más potentes –señaló tras el sorteo el responsable de relaciones institucionales del FC Barcelona, Guillermo Amor-. Tenemos muchas ganas de afrontarlo, vamos a ir a por esta competición otra vez. Tenemos la experiencia del año pasado y del otro, así que tendremos mucha concentración y mentalmente seremos fuertes". El excapitán barcelonista destacó el "buen rendimiento" de Alcácer en el Dortmund, un equipo que considera particularmente peligroso: "En su campo aprietan de lo lindo, corren mucho, juegan bien y mantienen siempre el mismo ritmo".

De Bartomeu a Messi

A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, la delegación azulgrana en la gala de la Uefa tuvo esta vez la más alta distinción posible, con el presidente Josep Maria Bartomeu (que aprovechó la ocasión para reunirse con su homólogo del PSG, Nasser Al-Khelaïfi) a la cabeza y dos estrellas como Leo Messi y Frenkie de Jong (que fueron  galardonados como mejor delantero y mejor centrocampista del fútbol europeo en la última temporada) actuando en representación de la plantilla.

Más fortuna que el Barcelona tuvo el Real Madrid, pese a estar encuadrado en el segundo bombo. Los blancos comparten grupo con el PSG, el Brujas y el Galatasaray, lo que hace prever un duelo con los parisinos por la primera plaza y, en cualquier caso, un acceso más o menos plácido a la siguiente ronda. El Atlético de Madrid puede sufrir algo más, ya que se las verá con la Juventus de Cristiano y De Ligt, con el vivaz Bayer Leverkusen y con el Lokomotiv de Moscú. El Valencia, por su parte, evitó a todos los pesos pesados y cayó en un grupo bastante parejo, con el Chelsea, el Ajax y el Lille.