VALVERDE: "ME ALEGRO MUCHO POR ÉL"

Aleñá se soltó en Vitoria

"Me alegro mucho por él, tiene llegada, tiene un gran disparo, te ordena el juego, gira, desequilibra...", afirma Valverde

Aleña y Luis Suárez, tras el tanto del jugador canterano en Vitoria. / REUTERS / VINCENT WEST

Hasta él se había quedado con "malas sensaciones" por su gris partido en Huesca. "No es fácil competir cada mes  y medio", argumentó Carles Aleñá, el joven que se soltó en Vitoria para reencontrarse con su mejor versión. Evaporó esas malas sensaciones del estadio del Alcoraz para salir orgulloso de sí mismo de Mendizorroza. Y no solo por su valioso gol, el 0-1 que abría el camino del triunfo, sino porque sintió que realmente era Aleñá.

Valverde ya le había pedido que fuera más atrevido. Había jugado bien el fino centrocampista azulgrana, de 21 años, asomándose con intención al balcón del área del Alavés, conectando bien con Coutinho y Sergi Roberto, improvisado lateral zurdo. Aleñá llevó el juego del Barça hacia ese flanco izquierdo en la primera mitad, pero le faltaba, sobre todo, más contundencia.

Más venenoso

Llegado el descanso, el técnico azulgrana le instó en el vestuario de Mendizorroza a ser más venenoso. Le pidió que fuera realmente él, ese jugador punzante que asoma desde la segunda línea, incapaz de ser detectado por los defensas. Dicho y hecho. No se había ni llegado a los 10 minutos de la segunda parte cuando Aleñá rasgó al Alavés con una sigilosa aparición en el área, culminada, además, con una precisa definición con su delicada pierna izquierda.

La asistencia fue de Sergi Roberto, ubicado tras el descanso ya en su sitio natural de lateral derecho. Aunque tuvo también la valiosa ayuda de Luis Suárez. Sin tocar la pelota, el uruguayo resultó decisivo al abrir sus piernas para despistar a los defensas del Alavés consciente de que por detrás aparecía Aleñá. Era su jugada preferida. Esa que  retrata tal cual es al joven de La Masia.

La segunda línea

"Tiene llegada, tiene un gran disparo", dijo después Valverde, el técnico del Barça, quien reveló que "en la primera parte estaba un poco reacio al golpeo", al tiempo que le animaba a "intentarlo" con más asiduidad. Pero los elogios de su entrenador no terminaban ahí. "Llega muy bien desde la segunda línea, te ordena el juego, se gira, busca situaciones de desequilibrio….", insistió el 'Txingurri'.

Completó el mejor partido desde que llegó en silencio al Camp Nou, símbolo de la paciencia que ha tenido (y tiene) hasta instalarse en ese equipo repleto de súper estrellas. Jugó muy bien y más allá de ese tanto para abrir la numerosa defensa del Alavés, capaz de reunir hasta a nueve jugadores en el área de Pacheco. "Ya era uno de los máximos goleadores en el Barça B", recordó Valverde. "Me alegro mucho por él", afirmó el técnico.

La alegría del jugador

Quien más se alegra es el propio Aleñá, capaz de firmar un soberbio 92% de acierto en el pase (84 buenos de 91 intentos), además de tener un gran acierto defensivo: recuperó tres balones y dos en campo del Alavés, corriendo sin parar por Mendizorroza. Hizo 9.238 metros antes de ser sustituido, ya como premio, a dos minutos del final. Entró Arthur y se fue Aleñá, el mejor Aleñá visto esta temporada. El que se soltó en Vitoria. Tal vez para siempre.