Alavés-Barcelona (0-2): El Barça se adueña de la Liga

En un gran inicio de la segunda mitad, el Barça, sin Messi, liquidó el partido. Y, por supuesto, la Liga. Ya era suya desde hace semanas, diríase que meses. Pero no se despista el líder en ningún momento, tomándose cada partido, por incómodo que sea, como si fuera el último de la temporada. Con la mejor versión de Aleñá, escoltados por veteranos que no desfallecen, tipo Piqué o Luis Suárez, el campeón quiere asegurarse lo antes posible su corona. Quizá sea en horas si el Valencia gana al Atlético en el Metropolitano o el próximo sábado si el Barça derrota al Levante en el Camp Nou.

Da igual. Caerá por su propio peso. En realidad, cae por méritos de un equipo que no se toma ninguna noche libre, capaz de aplastar a sus rivales. Al principio, descansó Messi. El Liverpool está demasiado cerca para correr riesgos con Leo. También descansaron Lenglet, Jordi Alba y Arthur. A Rakitic, además, Valverde le quitó el viaje de ida y vuelta a Vitoria. Pese a tanta ausencia, el Barça tuvo una buena puesta en escena inicial en Mendizorroza, un estadio que estaba casi sin saberlo asistiendo a las últimas noches con Pitu Abelardo. El técnico que los rescató de la ruina la temporada pasada, capaz en esta de llevarle incluso a coquetear con las posiciones europeas. Pero ahora la directiva del Alavés ya filtra que ha pedido el doble por renovar, mientras al exjugador del Barça se lo disputan otros clubs, el Betis, sobre todo.

Coutinho y Dembélé, juntos

El partido demostró que Dembélé y Coutinho pueden jugar juntos. Separados, eso sí, en el campo. Uno, el francés, ocupando el flanco derecho; el otro, el brasileño, en el costado izquierdo. Empezaron bien ambos, aunque, poco a poco, se iban apagando, al igual que el equipo de Valverde, quien midió bien sus rotaciones. No era la unidad B como en Huesca ni tampoco la tradicional unidad A.

El Alavés, entretanto, apostó por llenar de cemento todo Mendizorroza, incluso la grada vacía detrás de la portería del fondo polideportivo donde entraron los aficionados con 10 minutos de retraso para protestar. Cuando llegaron se habían perdido, tal vez, los mejores minutos del Barça, que movía con rapidez el balón teniendo a un activo Coutinho mientras Dembélé combinaba con Semedo en la otra punta. Tuvo un par de ocasiones, pero entre la ineficacia azulgrana y las piernas de Pacheco, el meta del Alavés, todo acabó en la primera mitad como había empezado. Con un triste 0-0, por mucho que Mendizorroza se animara cada vez que la pelota se detenía.

Caminos por la izquierda

Era su momento. A balón parado era cuando el ordenado equipo de Abelardo encontraba el camino más directo para acercarse a la casa de Ter Stegen. Tampoco es que generara mucho peligro. Pero un saque de banda era festejado a lo grande por los aficionados. ¡Qué decir de una falta lateral! Ni así remató a puerta en los primeros 45 minutos porque el Barça, con un centro del campo extraño (Busquets-Arturo Vidal-Aleñà), quiso minimizar los errores. Tan consciente era el conjunto de Valverde de que el mayor daño podía llegar en ese tipo de acciones que no concedió ni un saque de esquina.

En una defensa con solo un zurdo (Umtiti), el Barça halló caminos por la izquierda, pero a Sergi Roberto, convertido en improvisada alternativa de Jordi Alba, no lograba culminar sus internadas. Pero en el descanso Valverde cambió de sitio a sus laterales. Envió a Semedo a la izquierda, mientras Sergi regresaba a su hogar en la derecha. Con Messi aún en el banquillo, el líder liquidó el partido con un gran inicio de la segunda mitad. Un robo de Piqué en campo del Alavés ya fue el prólogo de la jugada del 0-1 donde existió conexión ‘made in La Masia’ con la asistencia de Sergi Roberto hacia un profundo y venenoso Aleñá, que llegó desde la segunda línea para definir con delicadeza. Antes, y sin tocar la pelota, Suárez, con un engañoso caño, limpió el camino para Carles.

Cuando se dio cuenta el Alavés ya perdía 0-2 por un penalti de VAR en una jugada enrevesada. Tanto que Piqué se adueñó de la autoría del gol sin percatarse de que Pina había tocado previamente el balón con la mano. La tecnología ayudó al colegiado y Suárez, solvente desde el punto de penalti, sentenció el partido. Entonces, salió Messi. Y luego, Jordi Alba. Pero el trabajo ya estaba más que hecho. La Liga es cuestión de horas. O de días.

Ficha técnica

ALAVÉS: Pacheco (6), Ximo Navarro (4), Laguardia (5), Ely (6), Vigaray (4), R. Duarte (4), Wakaso (4), T. Pina (5), Rolán (4), Jony (6) y Borja Bastón (5).