El personaje

Busquets, el héroe sin póster

El medio centro de Badia, la fuerza invisible que sostiene al Barça, asume su "responsabilidad" como portavoz lúcido de la plantilla

Consulta de Busquets a Valverde, durante un Barça-Alavés de la temporada 2018-2019. / JORDI COTRINA

El último número de la revista 'So Foot', una de las más prestigiosas publicaciones francesas dedicadas al noble arte de patear balones, incluye una entrevista con Sergio Busquets en la que califica al medio centro de Badia como “uno de los jugadores más inteligentes del mundo”. También apunta que probablemente ningún adolescente del planeta tiene colgado un póster de Busquets en su habitación, algo, añade, “comprensible pero lamentable”. Cumplidos ya los 100 partidos en la máxima competición europea, el 5 azulgrana empieza a ser reconocido más allá de la Liga española como la gran fuerza oculta que ha sostenido el andamiaje del exitoso Barça de la última década. El superhéroe que ha elegido la invisibilidad como poder mutante. No es extraño que, como subraya 'So Foot', “casi la totalidad de los entrenadores del mundo lo adoren”.

No hay mejor termómetro para tomarle la temperatura al FC Barcelona que Busquets. Si él está bien, el equipo funciona. Ahora, además, ha sumado al impagable trabajo que desempeña dentro del campo una nueva faceta como capitán concienciado que asume la responsabilidad del brazalete dentro y fuera del vestuario, que habla con claridad y lucidez sobre los retos y los problemas de la plantilla y que, novedad, hasta se asoma a las redes sociales. Busquets, declarado detractor de la exposición pública de los asuntos personales y profesionales en internet, acaba de estrenar cuentas en Twitter, Facebook e Instagram. “Los tiempos avanzan, y eso, unido a la responsabilidad que tengo en el Barça y en la selección, me ha hecho dar ese pasito –se justifica-. Pero lo voy a llevar con tranquilidad, no esperéis que sea un kamikaze”.

Añoranza de Arthur

Nadie espera tal cosa de un futbolista que ha hecho de la sencillez y la precisión a la hora de distribuir el juego una de las bellas artes. Busquets no lo dice, no al menos en público, pero nadie en el conjunto azulgrana echa tanto en falta como él la presencia de Arthur Melo en el centro del campo para ayudarle a ordenar el tráfico. Se aprecia en algunas de sus respuestas, como cuando apunta que, para evitar los problemas que históricamente ha tenido el Barça fuera de casa en la competición continental, el equipo “tiene que jugar más junto, tanto en la fase ofensiva como en la defensiva”. O cuando admite que el partido del sábado ante el Valladolid “se hizo largo, de ir arriba y abajo, con muchas contras”.

Ese es el tipo de partidos en los que el de Badia lo pasa mal. Y es también el tipo de partidos en los que el Olympique de Lyon se encuentra tan a gusto como un marrano en una charca. No hay mejor antídoto contra eso, dice Busquets, que “ser muy sólidos, apretar defensivamente” y, sobre todo, “estar bien posicionados”. Una asignatura esta última en la que sin Arthur en el once el Barça tiende a suspender. Pero el medio centro es optimista. Está convencido de que el equipo llega preparado al encuentro y subraya, con un brillo en la mirada, que “la motivación es máxima”. Europa acelera el pulso azulgrana. También, aunque a veces pueda parecer imposible, el de Sergio Busquets.