1.- Jugada del viejo e inolvidable Barça
La jugada resultó maravillosa. Maravillosa porque tuvo todo lo que emparenta al Barça de Valverde con el viejo e inolvidable Barça de Guardiola. Tejió el gol, el 1-0, con extrema paciencia, guiándose por ese lenguaje universal que supone el pase, haciendo participar a todos los jugadores. Incluido Ter Stegen. Poco a poco, iban eliminando a los jugadores del Madrid, transformados en estatuas, aguardando a que Rakitic, tal si fuera Messi en el pase, oteara el vuelo de un cohete. Sí, era Jordi Alba.
2.- Un equipo lleno de centrocampistas
En la primera parte, y tras el 1-0, Valverde se sintió orgulloso al comprobar como su equipo, repleto de centrocampistas, sometía al Madrid a una tunda que iba mucho más allá de ese 2-0, con el penalti de Suárez, que rubricaba el marcador. El Barça gobernaba la pelota con Busquets, Rakitic y Arthur, pero no se sentían solos en ningún momento.
Eran, en realidad, cinco centrocampistas porque tanto Rafinha como Coutinho venían atrás para asociarse y generar superioridad ante un Madrid que no tenía respuestas. Veía pasar la pelota, llegaba tarde y acabó pidiendo la hora en la primera parte. Lopetegui apostó en el descanso con tres centrales, laterales largos, pero Valverde reaccionó a lo grande.
Alba felicita a Arturo Vidal y Semedo, dos de los tres cambios que hizo Valverde. /
3.- Valverde reaccionó con cambios decisivos
Estaba el Barça algo aturdido en el inicio de la segunda parte con ese nuevo modelo táctico que planteó Lopetegui. Había perdido hasta el control del balón, pero entonces intervino Txingurri. Intervino con tres cambios que alteraron el paisaje de un clásico que se le había complicado.
Sacó a Semedo, quitó a Rafinha y, sobre todo, adelantó a Sergi Roberto, que sirvic dos asistencias de gol a Suárez. Premio para Valverde porque encontró oro a la espalda de Marcelo. Luego sacó a Dembélé porque Coutinho, que había tenido una puesta en escena impresionante, viniéndose hacia dentro para generarle espacios a Jordi Alba. Pero poco a poco se fue apagando el brasileño. Todo quedó resumido en el quinto y último gol. Centró Ousmane, marcó Vidal.