UN SUCESO EN LOS AÑOS 80

Así fue el secuestro de Quini a manos de tres parados

El 1 de marzo de 1981 el delantero azulgrana fue raptado y permaneció 25 días retenido en Zaragoza

Quini, junto a Josep Lluís Núñez, entonces presidente del Barça, tras ser liberado de su secuestro.

El domingo 1 de marzo de 1981 el Barça goleó al Hércules por 6-0 y Quini, fallecido este martes en Gijón aportó dos goles en la clara victoria azulgrana. El equipo que estaba entrenado por Helenio Herrera se situó a dos puntos del líder, el Atlético, contra el que se iba a enfrentar en la siguiente jornada en el Vicente Calderón. A la salida del Camp Nou, cuando se dirigía a su domicilio, Quini fue secuestrado por tres hombres.

¿Quién secuestró a Quini?

No se trataba de delincuentes habituales, sino de tres personas que se encontraban en paro y, en su desesperación, creyeron que si secuestraban a la estrella azulgrana de la época podrían salir de sus penurias. No pensaron en el daño que ocasionarían a Enrique Castro, Quini, a su familia, al barcelonismo, al fútbol y al deporte en general. 

Metido en una furgoneta

Tras reducir a Quini y meterlo en una camioneta, los secuestradores lo llevaron hasta Zaragoza en donde lo mantuvieron retenido durante 25 días. El secuestro sucedió a los pocos días del intento de golpe de estado, conocido como el 23-F y protagonizado por el teniente coronel Tejero. Además, eran continuos los atentados de ETA.

Con José María García, después de ser liberado / (ARCHIVO)

Los secuestradores no se hicieron esperar y enseguida enviaron un  claro mensaje. Había que pagar 350 millones de pesetas (2,1 millones de euros) o la vida del 'Brujo' corría peligro. 

El equipo se hunde

El secuestro no solo alteró los ánimos de los aficionados azulgranas si no del equipo que no levantó cabeza con dos derrotas y un empate: Atlético (1-0), Salamanca (2-1) y Zaragoza (0-0). Estos tres resultaron apartaron al Barça definitivamente de la lucha por el título de Liga .

El zulo de Zaragoza, tras el secuestro en 1981 / (ARCHIVO)

En el partido del Vicente Calderón, el sustituto de Quini fue Ramírez quien jugó con el dorsal 14 en lugar del 9. En aquella época era obligado llevar los números del 1 al 11. De este modo el delantero quiso homenajear a su compañero privado de libertad.

La liberación

La policía española, en colaboración con la suiza, consiguió desarticular a la banda de secuestradores y liberar al delantero del Barça una vez que detuvieron en Ginebra a uno de ellos. Habían transcurrido 25 días desde la desaparición. El delantero perdonó a sus raptores. Recuperado del trance, en la final de la Copa del Rey frente a su querido Sporting, Quini marcó dos goles en la victoria final por 3-1.

La resaca de Quini

¿Qué significó para el entonces gran goleador azulgrana aquella traumática situación? Pues, según explicó el Pichichi a EL PERIÓDICO, en febrero del 2016, "aquel momento tremendo del secuestro, en 1981, aquella desagradable experiencia me sirvió para demostrarme, a mí y a toda mi familia, lo mucho que la gente nos quería y el lugar tan fantástico en el que nos encontrábamos, lo bien que habíamos hecho en irnos a vivir a esa maravillosa ciudad. Fueron cuatro años exquisitos. Inolvidables. Es más, siempre hago coincidir mis revisiones médicas periódicas, anuales, con algún partido del Barça para acercarme al Camp Nou y seguir recibiendo el calor de la gente y ver a mis excompañeros". 

Erogelio allepuz / l zulo, en el 2001/