EL RENACER DEL CHARRÚA

Suárez acaba con el gafe Barça en Anoeta

El delantero uruguayo, que acredita 11 goles en sus últimos 11 partidos, lidera el triunfo azulgrana con dos tantos y una asistencia

Luis Suárez celebra su segundo gol a la Real Sociedad en San Sebastián. / AP / Álvaro Barrientos

Si alguien pensaba que para esquivar una maldición que duraba ya siete años y a la que habían sucumbido Pep Guardiola, Tito Vilanova, Tata Martino y Luis Enrique bastaría con uno o dos goles se equivocaba. Cierto que se podría decir que al Barça de Ernesto Valverde le bastó con Luis Suárez para vencer por fin este domingo en Anoeta en la Liga, ¡pero qué Suárez! Dos golazos, una asistencia y objeto de la falta que Messi transformó en el 2-4 definitivo. Ninguno de ellos sobró. Ni siquiera el cuarto, en previsión de cualquier protesta por el tanto mal anulado a la Real.

El delantero uruguayo se disfrazó de extremo izquierdo para generar el primer gol. Le ganó la espalda al lateral y asistió a un Paulinho cada vez más económico. Para marcar el empate esperó y esperó para no caer en fuera de juego a que Messi decidiera cuál era el mejor momento para pasarle el balón. Luis sabe que Leo suele tomar la decisión correcta. Luego envió a la escuadra y de primeras un sutil disparo con el interior cuando Rulli –quizá él mismo– esperaba una asistencia a Sergi Roberto.

Lucha hasta el final

Salvada la imbatibilidad culé, tocaba romper el maleficio de Anoeta. Un mal saque del portero, un balón que queda perdido entre los defensas y Suárez, más despierto que ellos, se planta ante Rulli y le engaña apuntando al primer palo. El ariete charrúa lleva 11 tantos en sus últimos 11 partidos y 10 dianas en las últimas ocho jornadas de Liga. La dolorosa patada de Oyarzábal que propició la falta del cuarto gol indica que, a siete minutos del final, el 'nueve' seguía luchando.

"Esta es la mejor manera de terminar la primera vuelta, dando la vuelta a un partido que empezamos perdiendo. El equipo no bajó los brazos en ningún momento", explicó Suárez, contento por vencer en San Sebastián: "Por suerte se terminó esta racha aquí. Es difícil ganar en este campo".

Duro inicio de temporada

El inicio de temporada no fue bueno para Suárez. De la Supercopa de España salió mal parado, no solo por el revolcón blanco sino por una lesión cuyo parte médico predijo un mes de baja. Pero Uruguay necesitaba a su líder para asegurar el billete al Mundial y a los 15 días ya estaba jugando con la celeste contra Argentina (acabó cojeando) y Paraguay.

Cuando se vistió de azulgrana, que el ecosistema había cambiado. Miraba a su izquierda y ya no aparecía la figura de Neymar. Y, aunque su vecino Messi se mantenía ahí –por aquellos días ni eso parecía seguro–, el dibujo ya era otro. En las cinco primeras jornadas solo marcó un gol, a pase de Dembélé, como si el auxilio de alguien por la banda le fuera imprescindible.

Séptimo máximo anotador azulgrana

El manantial de goles que suele ser el uruguayo –séptimo máximo anotador histórico del Barça– se secó. Tanto en Champions como en Liga, con solo dos fogonazos ante Girona y Atlético. Pero un doble contra el Leganés desatascó al ariete charrúa, a quien desde entonces no frenan ni las maldiciones.