"Para muchos el fútbol se hace con los pies. Para mí se hace con la cabeza y se usan los pies". Esa frase tan cruyffista iluminó una gigantesca pantalla que era, en realidad, el camino de los héroes del Dream Team que fueron asomándose, uno a uno, al Camp Nou. Es la frase que ha presidido estas horas de inacabables charlas, donde no paraban de recordar a «Dios», así llamaban los jugadores a Johan. ¿Por qué? Porque Dios Cruyff nunca se equivocaba. Su palabra era divina. Y su mensaje tan evangelizante, que se ha colado en todos los rincones, como ha demostrado el paso del tiempo.
Curiosamente, la semilla del Dream Team ha volado desde Barcelona hasta todos los lugares del fútbol mundial. Pero en su casa apenas queda rastro. Ninguno de los 13 futbolistas (el once inicial más Goikoetxea, que entró en la segunda parte de Wembley, y Alexanko, que apareció en la prórroga tras el gol de Koeman), trabajan ahora en el Camp Nou. La idea permanece más que vigente (con ella el Barça ha ganado sus cinco Copas de Europas en el último cuarto de siglo), pero sus discípulos no tienen sitio en la casa de Johan.
SOLO ESTÁ BUSQUETS (PADRE)
De él y de sus benditas «locuras», como recordaba Amor, no paraban de charlar en un emotivo fin de semana donde no solo repasaron lo conseguido hace 25 años sino que, al mismo tiempo, se pusieron al día. Por unas horas, abandonaron sus respectivas ocupaciones, todas vinculadas al fútbol, excepto Nando, dedicado a sus negocios.
La idea está más que vigente porque el Barça ha ganado sus cinco Copas de Europa con ella, pero los discípulos de Johan no tienen sitio en su casa
Unos lo ven desde fuera (Ferrer, Juan Carlos, Salinas, Stoichkov, Bakero, Goiko y Nadal), otros lo diseñan desde un despacho –Zubi (Marsella), Alexanko (Valencia), Txiki (City)– o mandan desde los banquillos: Koeman (Everton), Guardiola (City), Eusebio (Real Sociedad), Laudrup (Al-Rayyan). Parece mentira, pero solo Busquets (Barça B) trabaja en su casa.