Pep-Ronald, enemigos íntimos

Guardiola y Koeman se enfrentan por primera vez en su vida en el City-Everton fieles a la amistad que mantienen desde que el Barça les unió

Los dos técnicos, que vuelven a compartir cenas junto a Txiki en Manchester, rememoran para EL PERIÓDICO su larga relación

Koeman y Guardiola, en un encuentro con EL PERIÓDICO en 1999 para recordar la final de Wembley.    / JORDI COTRINA

Hubo un tiempo en que Pep se desvivía por sentarse en la mesa con Ronald. No era fácil pillar una silla ahí, donde siempre estaba Michael, y Jose Mari, y Stoichkov, y Txiki. Así que Pep se esforzaba para que le acogieran. Y como la persistencia es uno de sus lemas, al final, lo consiguió a cuenta, eso sí, de ser el encargado de aliñar las ensaladas, una de sus especialidades, aceptar las bromas (“tú solo puedes beber una copa de vino”, le decían) y comportarse como un aprendiz entre veteranos, siempre preguntando, siempre curioseando, siempre sintiéndose protegido.

Hace unos días, Pep volvió a sentarse en la mesa al lado de Ronald. También estaba Txiki. Faltaban todos los demás, repartidos por el mundo. No es la primera vez que se reúnen, pero ahora vuelven a estar cerca, separados por apenas unos kilómetros (Koeman a medio camino entre Manchester y Liverpool), lejos del escenario que les unió y forjó una amistad que ha perdurado por encima de los vaivenes de un mundo donde no es fácil mantener las relaciones. 

Este sábado, Ronald y Pep volverán a sentarse muy cerca, casi uno al lado del otro, separados apenas unos metros, pero no estarán para charlar. Se abrazarán antes del partido -quién les iba a decir que su primer duelo sería en un City-Everton (16.00 horas Movistar Futbol)- con ese sentimiento especial que siempre han tenido el uno por el otro aunque por primera vez en su vida se encuentren frente a frente.

"Johan me dijo: 'Ronald ha de ser tu ejemplo'. Yo era un pardillo y siempre me trató muy bien, con mucho cariño. Hemos pasado muchas horas juntos" (Pep Guardiola)

Nunca han sido rivales y hoy tampoco lo serán, sin pizca de competividad más allá del deseo de ganar. Y pase lo que pase, cumplirán el compromiso que se han marcado de cenar una vez al mes. Y entonces, como tantas veces, echarán la vista atrás y recuperarán los mejores años de su vida.Y recrearán el día en que Pep entró en la vida de Ronald y ya nada fue igual entre ellos. Desde entonces, se han sentido siempre cerca por más lejos que estuvieran.

COMPAÑEROS DE HABITACIÓN

Pep sentía devoción por él antes de conocerle. Desde sus primeros pasos, cuando Cruyff apostó decididamente por aquel chico al que algunos veían demasiado pequeño para llegar lejos y ya andaban buscándole una salida, Ronald era un espejo en el que se miraba. Como siempre, Johan intuyó mejor que nadie ese vínculo. Un día le hizo saber a su vecino holandés, en la época en que vivían casi puerta por puerta en Los Tilos, justo al lado del Camp Nou, el plan de que Pep fuera su nuevo compañero de habitación.

“Me preguntó qué me parecía, Me dijo que era un chico con mucho talento y muy inteligente, y que necesitaba a alguien más veterano para cuidar de él. Le dije que por mí perfecto y que le ayudaría”.  Y le ayudó. Compartieron muchos viajes, muchas horas, muchos momentos buenos y algunos malos, que el paso del tiempo ha diluido y que han dejado de recordar.

Johan, en cambio, no dejan de recordarle. En el fondo, él les unió, como a tantos otros, y él sigue ahí para los dos. No hay cena en la que no aparezca. Antes, ahora y así será siempre. 

"Johan me dijo: 'Has de cuidar de él'. Era muy buen jugador y muy buen chico. Siempre me estaba preguntando cosas del fútbol holandés, del Ajax..." (Ronald Koeman)

“Hemos pasado mucho tiempo juntos, muchas horas de insomnio, hablando de fútbol y de todo. Siempre me trató muy bien, con mucho cariño. Yo era un pardillo e iba siempre detrás suyo. Johan me dijo: “Pep, Ronald ha de ser tu ejemplo. Bueno, menos para salir...’”, recuerda entre risas desde Manchester. “Pero salimos mucho juntos, eh....”, añade. “Y su frase siempre era: 'Si se sale por la noche, al día siguiente hay que ser más profesional que nunca'. Y él siempre lo era, el primero en dar ejemplo”.

 “Siempre estaba preguntando cosas del fútbol holandés, del Ajax, del juego...”, comenta Koeman. “Era muy pesado...”, suelta con una carcajada el 'héroe de Wembley'. 

“Ronald me hizo mejor jugador. En el fondo, la idea de Johan de salir jugando desde atrás nacía en él. Era la pieza clave y por eso lo fue a buscar. El concepto de dividir con el balón lo interpretaba mejor que nadie. Me daba los pases y siempre en las mejores condiciones”, explica Guardiola, rendido a la capacidad de competir que tenía.

UNA COPA DE VINO 

Él, que lo pasaba fatal antes de los partidos, con los nervios retorciéndole el estómago, a menudo sin ganas ni de comer, quedaba impresionado con la tranquilidad de Ronald. “En los partidos importantes siempre estaba. Es uno de los jugadores más grandes que he visto bajo presiónera una bestia. Recuerdo que en Wembley, conforme pasaba el tiempo y ya pensaba en los penaltis, y estaba cagado, le dije: ‘Ronald, el mío también lo tiras tú’”. No fue necesario. Koeman lo resolvió antes, en el minuto 111, y desde más lejos.

"Ronald me hizo mejor jugador. Es uno de los más grandes que he visto bajo presión, era una bestia. En Wembley, cuando nos acercábamos a los penalties le dije: 'Ronald, el mio también lo tiras tu' "(Pep Guardiola)

“Desde el principio, cuando subió al primer equipo, ya notamos que era muy buen jugador. Cómo le pegaba al balón, los pases que daba, la manera de colocarse... Y además era muy buen chico, humilde...Siempre lo machacábamos para que se cambiara de coche. Se lo compró a Michael. Llevaba tres años en el primer equipo y seguía con él”, recuerda Ronald. Tres años paseando el Golf cabrio con el adhesivo de la bandera... danesa.

“A su lado te sentías protegido. Te decían: 'Si pasa algo, tu tranquilo. Ya estamos nosotros'. Y eso cuando eres joven, te ayuda mucho, te da una tranquilidad, es media vida, además te explicaban que antes no era así”, confiesa Guardiola, que al principio también ‘sufrió’ los efectos colaterales de ese control en aquella deseada mesa. “Le decíamos: ‘Tú solo puedes beber una copa de vino que eres muy pequeño’”, comenta Koeman. “Viña Pomal, siempre Viña Pomal”, remata Guardiola riendo en referencia a aquel Rioja que bebían en las concentraciones.

Los años los han llevado por caminos muy distintos, pero nunca han dejado de estar pendientes el uno del otro. “Cuando empecé a entrenar, él me seguía, pero claro cuando llegó al Barça ya era yo el que estaba más pendiente. Lo que hizo fue espectacular. Es el fútbol más bonito que he visto. Nosotros siempre hablamos de Johan por respeto y porque él fue el principio y lo cambió todo, pero para mi el Barça de Pep es el más completo de la historia. La base ya estaba y era muy alta pero él la ha mejorado un 200 por ciento en todos los aspectos. Muchos otros entrenadores ganan títulos, pero no con ese fútbol. Y luego en el Bayern también ha triunfado y si ves el City ahora, la diferencia con el año pasado...es increíble”, proclama Koeman, con admiración aunque sin darse por vencido. “Se le puede ganar, vamos a ver. Pero con tiempo, con lo que puede fichar y con lo que es Pep será un equipo que hará grandes cosas”. “Como entrenador Ronald lo ha hecho muy bien", explica Guardiola. "Es fiel a sus ideas, tiene muchas personalidad, carácter y sus equipos tienes cosas suyas. No es fácil ganar a un equipo suyo”.

"Nosotros siempre hablamos de Johan por respeto y porque él fue el principio y lo cambió todo. Pero para mí el Barça de Pep, futbolísticamente es el más completo de la historia" (Ronald Koeman)

Pocos equipos han tenido la complicidad del dream team fuera del campo, una relación que en muchos casos todavía se mantiene. Por más tiempo que puedan estar sin verse, cada reencuentro es un partidazo de recuerdos entre risas. “Es bonito después de tantos años seguir así. Es de las mejores cosas que me ha dado el fútbol. Claro, están los títulos, todo lo que has ganado, pero esta amistad es algo especial.”, sostiene Koeman. “Siempre nos hemos sentido muy cercanos. Nos tenemos mucho cariño y, al final, estas cosas son las que valen la pena de verdad”.

Este sábado se enfrentarán por primera vez. En un escenario que jamás podrían imaginar. En la Premier. En el City. En el Everton. “Es bonito, divertido y también raro: ¡Jugar contra Pep! ”, dice Koeman. “Mira si está nervioso que se ha ido unos días a Portugal a jugar a golf”, bromea Guardiola.

Un día de estos han quedado para volver a cenar. Txiki no faltará por supuesto. Eso sí, será después de que el Barça pase de largo en la doble eliminatoria frente al City. “Creo que Pep tendrá un poco de trabajo...”, dice divertido Ronald. Y un día más volverán a recordar entre risas los mejores años de su vida. Ahora, Ronald ya deja que Pep beba más de una copa.