Ni Bravo ni Ter Stegen jugaron en Estocolmo. De hecho, ni viajaron, pero Luis Enrique tuvo que hablar casi más de los porteros que del partido. "No me preocupa que se vaya uno de los dos", sentenció el entrenador del Barça sobre la posible marcha del guardameta chileno o del alemán, enzarzados en una pugna abierta por la titularidad absoluta. Acudió Bravo a los despachos hace unos días para atajar los rumores que supuestamente le condenan a la suplencia esta temporada y visitó Ter Stegen al entrenador, sin obtener ninguna promesa. Si no le gusta la situación y quiere irse, el club se remite a su cláusula de rescisión: 80 millones.
Del partido en sí, el entrenador valoró especialmente el primer tiempo: "Hemos hecho una buena primera parte. Estamos cogiendo el tono físico", explicó para justificar el bajón del segundo tiempo. Sobre Munir, autor de dos goles, afirmó: "Ya hizo goles la pasada temporada. Es joven y tiene ganas de jugar".