"Estamos muy mal acostumbrados los culés con tantas finales en los últimos años. Es muy difícil estar ahí". Luis Enrique, el entrenador del Barcelona, ha querido ensalzar la extraordinaria racha de su equipo (seis finales en los ocho últimos años), prueba de su hegemonía en el fútbol español, europeo y mundial. "Habla mucho del equipo y de su capacidad de reinventarse", ha asegurado el técnico asturiano, que delegó su rol en Juan Carlos Unzué. Al segundo entrenador le tocó ser el primero. "Unzué ha actuado más de entrenador porque yo no tenía voz. Tenemos los mismos conceptos y así me ayudaba. Cada tres días no tengo voz para cantar, por lo que tendrán que cantar los que están a mi lado", ha dicho Luis Enrique, a quien se le vió, eso sí, saltar enfadado del banquillo de Mestalla en varias ocasiones coincidiendo con errores infantiles de su equipo.

"¿El récord? Son cifras, pero veremos si estos números tan buenos nos acercan a final de temporada a ganar títulos. De momento, nos han acercado a la final de la Copa", ha subrayado el técnico azulgrana, quien se ha mostrado satisfecho por el nuevo dibujo táctico que implantó en Mestalla. Salió con tres centrales (Bartra, Vermaelen y Mathieu), con dos laterales largos (Aleix y Adriano) y Rakitic en una posición cercana a la de falso nueve. "Me interesaba dar minutos a los menos habituales, por eso he tenido que cambiar de sistema. Es verdad que el ambiente del partido ha sido extraño. Nos hemos olvidado de un 9, hemos puesto a Rakitic ahí en la posición de media punta. Ha estado bien", ha dicho el técnico azulgrana.