"Es el momento en el que todos deben dar su mejor versión personal y colectivamente", ha dicho Luis Enrique. Es el momento porque al equipo le falta desde este martes y hasta dentro de dos meses, su futbolista más determinante. Aunque en un primer momento el técnico había dicho que no iba a pedir a Neymar que diera un paso al frente, ni Suárez ni a Iniesta, está convencido de que lo darán, asumiendo "el reto ilusionante" de sobrevivir a la ausencia del astro.
La pérdida de Messi se produce cuando al Barça no anda muy boyante en cuanto a efectividad goleadora. Luis Enrique cree que es un problema pasajero y poco preocupante porque el equipo repite las mismas cifras de ocasiones que en anteriores campañas. Pero encaja más tantos, y eso ha merecido ya una charla técnica en el vestuario. El último, ante el las Palmas, lo achacó a un error individual de Mascherano.
Luis Enrique espera la llegada del Leverkusen "muy intenso" en el primer episodio del reto de sustituir al "insustituible" Messi. El equipo no va a cambiar de idea general, enraizada ya desde hace años. Habrá un futbolista que ocupe su lugar, aunque no ha adelantado quién, y ha dejado en el aire que haya un cambio de sistema. "Nos lo planteamos cada semana", ha dicho.