Iba todo con aparente normalidad en el entrenamiento de la selección brasileña en New Jersey (EEUU) cuando Neymar se echó la mano a la rodilla derecha y disparó la preocupación. Tanto en la selección de Dunga como en el Barcelona. El delantero decidió abandonar la sesión de trabajo tras mantener una conversación con Rodrigo Lasmar, el médico de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que no quiso correr ningún riesgo, teniendo en cuenta además que viene de estar de baja por unas paperas.
Al notar esas molestias, cuando apenas se llevaban 20 minutos de entrenamiento, Neymar optó por no continuar trabajando con el resto de sus compañeros, consciente además de que no quiere perderse el retorno a la actividad con el Barça tras esas paperas que le tuvieron de baja durante todo el mes de agosto. Los médicos de la CBF someterán a más pruebas para comprobar que no sufre nada importante en la rodilla derecha. Y Dunga, entretanto, que confiaba en alinear a su estrella en el amistoso ante Costa Rica aguarda las noticias de Rodrigo Lasmar. Y Luis Enrique, todavía más.