Media hora sobre el terreno de juego le bastó el martes a Leo Messi para demostrar que sigue siendo el mejor jugador del mundo con un doblete en el amistoso que disputaron Argentina y Hong Kong (0-7). Aunque sus fans ya lo saben, especialmente un hincha que saltó al terreno de juego sin importarle las consecuencias.
Poco antes del pitido final y con la pelota aún en juego, el aficionado, vestido con la camiseta albiceleste, pisó el césped y echó a correr hacia su ídolo. Cuando llegó junto al delantero del Barça, le dio un rotulador y le pidió que le firmara la zamarra. Y Messi, ya acostumbrado a estas muestras de cariño, no dudó en cumplir su deseo. El joven fue detenido, pero seguro que no le importó.
"Estoy siempre agradecido a la gente por el trato que me da en todos los lugares a donde voy, tanto con la selección como con el Barcelona", manifestó la estrella tras el encuentro.