Crisis, recortes y dudas sobre Jasikevicius y Mirotic: las consecuencias de la derrota europea del Barça

La derrota del Barça en la semifinal de la Euroliga frente al Madrid deja muchas heridas en la sección de baloncesto y en cuestión todo el proyecto construido con mimo y una gran inversión en los últimos tres años en torno a Jasikevicius en el banquillo y Nikola Mirotic en la pista. ¿Fracaso o decepción? Buscando paralelismos, Giannis Antetokounmpo planteó un dilema semántico tras la eliminación de los Milwaukee Bucks en los ‘playoffs’ de la NBA tras caer en la primera ronda. Jasikevicius, en un arranque de sinceridad, se encargó de poner en palabras lo que supone. “Es un palo que nos va a doler durante años”, admitió el preparador lituano. Lo que parece evidente es que nos encontramos a las puertas de una profunda crisis, que se llevará a algunos protagonistas por delante, en la que todo gira alrededor de la delicada situación económica que vive el club. Fuertes recortes en la sección El Barça se encuentra ante la necesidad de ajustar presupuesto y recortar gastos para adecuarse al límite salarial que exige la Liga de fútbol, lo que supone bajar en torno a unos 200 millones de euros las cifras actuales. Los recortes están llegando a todos los ámbitos del club (Barça TV desaparece en esa nueva política de reducir pérdidas) y las secciones, que ya han vivido ajustes en la dos últimas temporadas, no escaparán a un nuevo tijeretazo, aunque sus cifras, según determinan los estatutos del club, se limitan al 5% del presupuesto total. Buena parte de los miembros de la directiva de Joan Laporta señalan, además, al baloncesto como una de las secciones que generan más gasto sin que los resultados se correspondan con la inversión. La sección maneja un presupuesto entre 35 y 40 millones de euros. Y Mirotic cuenta con el contrato más alto del baloncesto europeo: en torno a los 5 millones, lo que denuncian las voces más críticas de la junta. El club aplicará una rebaja del 15% para el próximo año en la secciones. Eso sería cerca de seis millones. Una rebaja sustancial que limitaría la competitividad. La continuidad de Jasikevicius El entrenador lituano cumple su tercera temporada en el club. Su regreso al Palau, esta vez como técnico, debía apuntalar un ambicioso proyecto para volver a levantar la Euroliga con una fuerte inversión en la pista. Jasikevicius, uno de los más prometedores del panorama europeo, siempre ha sido un referente para la afición azulgrana. Pero después de tres años, y a pesar de convertir al Barça en un fijo en la Final Four, ha sido incapaz de dar el último paso y construir un equipo campeón. Su continuidad se daba por segura si levantaba el título en Kaunas. Pero ahora todo está en el aire. En junio acaba contrato y aún debe sentarse con el club para hablar de futuro. La idea del club es que Jasikevicius siga. Es su primera opción. Pero eso también dependerá de cómo cierre la temporada, con la Liga aún en juego, y también de sus pretensiones económicas. Su ficha tendrá que sufrir también un recorte y, además, el técnico lituano se plantea que el cub mantenga un bloque competitivo que le permita, a pesar de los recortes, pelear por los títulos. La alternativa del regreso de Xavi Pascual, aunque el club ha tanteado a su agente, parece poco probable para asumir un equipo a la baja. Mirotic: una decisión complicada Es la gran apuesta del Barça en los últimos cuatro años. Llegó con Pesic en el banquillo y era la pieza quedebía resultar diferencial para asaltar el título europeo. Pero no lo ha conseguido. En la semifinal acabó con tres puntos en 29 minutos. Sus porcentajes de tiro fueron pésimos: 1/10 en tiros de campo, incluido un 0/7 en triples. Lo intentó pero no apareció. “He hecho el peor partido de la temporada. Asumo la responsabilidad y pido perdón a la afición", reconoció el ala-pívot azulgrana. No es la primera vez que le sucede a Mirotic. En partido claves, su rendimiento ha bajado y sus seis apariciones en las Final Four se han saldado todas con derrota. Está claro que su aportación no se corresponde con su ficha, en torno a los cinco millones de dólares limpios. Para reducir el impacto en el presupuesto, el club renegoció las cifras alargando la duración. Mirotic tiene lo que queda de temporada y dos años más. El Barça ha intentado sentarse para que reduzca su ficha. Ese será el caballo de batalla inmediato. Si no, se podría buscar una salida acordada. El jugador azulgrana dejó alguna duda sobre su continuidad. “Ya veremos, no sé”, dijo. Salidas cantadas de jugadores Sertaç Sanli, Mike Tobey y Kyle Kuric son los jugadores que acaban contrato este próximo 30 de junio. Se da como segura su salida por la necesidad de rebajar presupuesto. Sanli ha estado lejos de rendir al nivel que se esperaba después de llegar al club hace dos años procedente del Anadolu Efes campeón. Tobey fue una de las seis incorporaciones del pasado verano, como una oportunidad de mercado, tras acabar contrato con el Valencia y aunque se ha mostrado como un jugador capaz de sumar y de mostrarse como una amenaza desde el triple para abrir el campo, Jasikevicius no le concedió ni un minuto en la semifinal. Kuric apura su quinto año en el Palau, a donde llegó como un tirador fiable, pero solo en el tramo final ha encontrado estabilidad. Fue uno de los más consistentes frente al Madrid después de Abrines. El equipo blanco está al acecho por si el Barça lo deja ir. También Higgins está en el punto de mira. Ausente en Kaunas por una operación en la zona lumbar, después de un año de lesiones, aún le queda un año más de contrato, pero a sus 33 años parece difícil que pueda recuperar su antiguo nivel. El peso de la historia Las maldiciones no existen. Pero sí el peso de la historia. Y en el Barça, mucho más que en otro club. Esta era la 17ª aparición del equipo azulgrana en una Final Four. Solo el CSKA ha sumado más presencias. Pero solo acumula dos títulos: los de Barcelona-2003, con el equipo de Pesic y Bodiroga como MVP, y el de París-2010, con Xavi Pascual y Navarro como MVP. De lejos, es el porcentaje más bajo de los grandes clubs del continente. La historia pesa, igual que la mentalidad y la presión en un equipo necesitado de títulos, que parece superado cada vez que afronta una gran cita como la fase final de la Euroliga, y eso acaba de reflejarse en la falta de competitividad. Solo así se entiende que frente a un Madrid limitado por bajas importantes como las de Yabusele, Deck y Poirier, el equipo azulgrana acabar encogiéndose, y cayendo en los nervios y la precipitación, sin encontrar el nivel real que ha mostrado en diferentes fases de la temporada y que le ha llevado a acabar primero en la fase regular de la Liga Endesa y segundo en la Euroliga.

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