Aíto García Reneses, en su vuelta a la ACB: «No me preocupa el contrato, ahora me dedico a disfrutar»

¿Qué ha venido a hacer Aíto a Girona? Pues entrenar a un equipo de baloncesto llamado Baloncesto Girona (ríe). Ha dirigido más de 1.000 partidos en la ACB. ¿Qué le queda por hacer? Lo que me queda es seguir disfrutando en el día a día. La historia tiene su importancia, pero la actualidad lo es aún más. Aún no sabemos por cuánto tiempo ha firmado... No me preocupa nada. Antes si me miraba más en este sentido porque tener un contrato largo era un poco como la garantía de no tener que estar pendiente de los resultados cada día, pero ahora no me preocupo nada por este tema. Así que directamente me dedico a disfrutar entrenando. Entonces, ¿ha venido por una temporada más lo que surja? Sería esto. ¿Qué le planteó Marc Gasol para aceptar el reto? No hablé con él, sino que primero me contactó el director deportivo (Jordi Plà) y me ofreció lo que pienso que se ofrece siempre a un entrenador cuando quieres ficharle: la posibilidad de trabajar con el equipo. Estoy encantado, por eso he venido. El próximo miércoles Girona volverá a la ACB catorce años después. Usted entrenaba a la Penya en el último partido ACB del Akasvayu en Fontajau en 2008. ¿Que Girona tenga tradición de baloncesto es un aliciente o impone? Creo que es un aliciente. No sólo para nosotros, sino también para el público. Afortunadamente parece que la afición ha respondido muy bien abonándose. Ojalá puedan disfrutar en Fontajau y sigan apoyando al equipo de principio a fin. ¿Cuál es el primer recuerdo que le viene a la memoria de Fontajau? La época que entrenaba Pedro Martínez y en el equipo estaban San Emeterio, Marc Gasol, Víctor Sada... (Akasvayu). Marc dio un salto espectacular, convirtiéndose en un muy buen jugador para marcharse después muchos años a la NBA. ¿Los rivales verán en el Girona sólo como un recién ascendido, o el hecho de que esté usted, Marc Gasol o que la ciudad tenga tradición son motivos para insuflar respeto? Siempre influye un poco todo lo que comenta, pero quizás más para los medios de comunicación. Somos nombres que llevamos un tiempo trabajando y parece más fácil que si yo me llamara simplemente García o Marc no tuviera de apellido Gasol. El trabajo debe ser igual y lo más importante será que trabajemos bien, disfrutando con lo que hacemos. Después de dejar Alemania, se cogió un año sabático y acabó en el Joventut haciendo tecnificación a los jóvenes. ¿Echó de menos el baloncesto de élite? No, porque es cierto que entrenaba a los jóvenes pero también vi muchísimo baloncesto. Euroliga y Eurocup los he visto siempre, pero la ACB la veía mucho menos en los cuatro años que estuve en Alemania. Este año me he hinchado a ver partidos por la televisión. En Girona también tiene una plantilla joven con jugadores experimentados. Hay una mezcla de jóvenes sin experiencia y veteranos con muchísima experiencia, pero todo el mundo puede aprender siempre. Se complementan. ¿Cómo han cambiado los jugadores de hoy en día respecto a los de hace 20 o 30 años? Todos los equipos defienden mejor, son más altos, más fuertes, hay mayor actividad. Si retrocedes y lo fijas en cómo eran hace 40 o 50 años..., te das cuenta de que era otro tipo de baloncesto. Muchas cosas han ido a mejor y algunas a peor. El baloncesto por lo general tiene el reto de ser mejor en todo. Ahora la obsesión es tirar y tirar de tres... Sí. Parece que todo acaba al tirar de tres, uno contra uno y bloques directos, pero yo creo que podemos complementarlo con el juego interior, el juego rápido y hacer que cada vez nuestro baloncesto sea más espectacular. ¿Y Marc Gasol? Lo dirigió en el 2008 a la selección española después de haber hecho carrera en la NBA... ¿Qué rol debe tener en el equipo más allá de la broma que hizo en la presentación diciendo que si no entrenaba bien se quedaría en el banquillo? No era broma, es la verdad (ríe).

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