Nada mejor para sanar la herida deportiva que dejó la ‘final four’ que volver a la senda de la victoria. Y eso es lo que hizo el Barça frente al Gran Canaria en el estreno del ‘play-off’ de cuartos de final (93-82). Pero no fue un triunfo para recordar, sino trabajado de principio a fin y con más nervios de los esperados. El equipo de Jasikevicius viajará a Las Palmas con el 1-0 favorable y la opción de sentenciar el domingo la eliminatoria, tras ser liderado por Calathes, que rozó el 'triple doble' (10 puntos, 9 rebotes, 12 asistencias y 29 de valoración), Davies (16 puntos, 6 rebotes) y Exum (16 puntos).

No fue el Barça que ha liderado la temporada con solvencia, privado además de Abrines antes del partido por problemas físicos y de Sanli antes del descanso por un golpe en la cabeza, que aconsejó llevarle al hospital a pasar algunas pruebas. Es un bloque terrenal, cuyo nivel de confianza ha caído en picado, como se demostró en sus bajos porcentajes de tiro (10 de 30 en triples, un 33%). Ni Mirotic (1 de 7) ni Laprovittola (2 de 5), que no perdonan desde la media distancia, estuvieron inspirados frente a una defensa en zona del Gran Canaria que le causó muchos problemas.

Reacción canaria

Los mejores minutos del Barça llegaron cuando dominó el rebote y pudo correr, en especial de la mano de Exum, que da un plus de energía, y que tuvo un papel importante en abrir ventajas de hasta 14 puntos y dejar a los barcelonistas por delante en el descanso con cierta comodidad (48-39). Pero el Gran Canaria supo manejarse con el marcador en contra, tiró de carácter, equilibró la pelea por el rebote y, desde la defensa, dejó un partido totalmente nuevo para afrontar el último periodo (67-64). Fueron Calathes y Sergi Martínez los que aparecieron en los instantes de más tensión para dar la versión más resolutiva del cuadro de Jasikevicius y garantizarle un triunfo sanador.