LA LIGA ENDESA

El Barça se relaja y cae con los suplentes ante el Tenerife

Dos tiros libres de Fran Guerra en el último segundo deciden un partido con dos caras muy distintas de los azulgranas ((86-87)

El base del Tenerife Lundberg intenta avanzar frnete a la presión de Bolmaro / MIGUEL ÁNGEL POLO (EFE)

Con la tranquilidad que da tener una plaza garantizada para las semifinales como primero de grupo,  Pesic se permitió el lujo de prescindir de la mayoría de los titulares del Barça para cerrar la fase exprés de la Liga (Mirotic, Tomic, Hanga, Higgins, Claver) y apostó por dar minutos frente al Iberostar Tenerife a los hombres del banquillo y también a los jóvenes como Bolmaro y Sergi Martínez que han trabajado con la primera plantilla toda la temporada. El exceso de relajación, eso sí, le costó la pirmera derrota en esta fase final (86-87).

Solo tenía un objetivo Pesic en un partido sin tensión, lo que choca por completo con el drama que amenaza al Madrid, que llegará a la última jornada sin depender de sí mismo, con el peligro de quedar fuera de la pelea de semifinales si el Valencia se impone al Gran Canaria este viernes. 

El ténico serbio quería dar protagonismo a hombres que necesitará en la pelea por el título como Heurtel, Abrines y Davies y apostó por ellos durante todo el partido. Aun así no dejó de aleccionar a sus jugadores desde la banda, imbuido de ese espíritu ganador que le acompaña. Y a punto estuvo de darle resultado.

El Barça llegó a ceder hasta por 15 puntos en la primera parte, superado por la intensidad del Tenerife y también por su acierto desde el triple. Pero dio una imagen mucho más competitiva tras la reanudación, dominó a su rival y acarició la victoria con una canasta de Brandon Davies en contrataque a falta de 3.5 segundos, un 2+1, que dejó a los barcelonistas por delante 86-85. El Tenerife, sin embargo, porfió hasta el último segundo y una acción de Fran Guerra en el último instante sacó una falta de Davies, dos tiros libres, y el triunfo para el equipo de Txus Vidorreta, que se despide de València con un buen sabor de boca.