El Barça y el Lokomotiv Kuban reanudarán este martes en el Palau (20.45 horas) su pulso por una plaza en la ‘final four’ de Berlín (13 y 15 de mayo) después de los azulgranas ganaran el segundo encuentro en Krasnodar por 26 puntos, el mayor margen en la historia de los 'play-off' europeos, y situaran el empate a uno en una eliminatoria al mejor de cinco. Tras adueñarse del factor cancha, el vestuario azulgrana sabe que está ante su gran oportunidad y que si gana los dos próximos encuentros regresará a una fase final, la sexta en los ocho años de Xavi Pascual en el banquillo.

El equipo se siente más fuerte y confiado con el traslado de la serie a Barcelona y quiere hacer valer el efecto Palau, donde los azulgranas solo han cedido dos partidos de los 12 disputados: en la primera fase ante el Zalgiris, y en el Top 16 ante el Laboral Kutxa tras una prórroga.”Tenemos que aprovechar el hecho de jugar en casa”, afirma el capitán Juan Carlos Navarro. El técnico Xavi Pascual también apela al espíritu del Palau (“esperemos que sea el de las grandes noches ”) pero quiere que sus hombres no pierdan la concentración. “Queremos el 2-1 y solo entonces pensaremos en el siguiente partido”.

NAVARRO NO SE FÍA

“Estamos con ilusión de reencontrarnos con todo nuestro público y hacerlo bien. Sabemos que es un rival difícil, que ha ganado 7 de sus 12 desplazamientos y sabe jugar”, explicó Pascual. “El Lokomotiv es un equipo duro, el mejor robando balones. Se juega mucho y después de perder por 26 en casa irá a por todas. Tenemos que estar preparados”, avisió Navarro, protagonista en la victoria en Krasnodar, donde alcanzó la barrera de los 300 encuentros en la Euroliga.

El Barça mantendrá en el aire, hasta el último momento, la participación de Joey Dorsey, que sufrió un esguinde de tobillo en el primer encuentro en Rusia, que le impidió jugar en el segundo. “Está haciendo un esfuerzo grande por recuperarse, porque en condiciones normales sería una lesión de 3 o 4 semanas”, reveló el técnico.