La ley de costas obliga a empequeñecer bloques junto a las Tres Xemeneies del Besòs

El proyecto para edificar en la única franja de costa que queda por poblar en las cercanías de Barcelona ha superado el último trámite. La Generalitat ha concedido el aval definitivo este martes al Plan Director Urbanístico (PDU) de las Tres Xemeneies del Besòs. La desmantelada central térmica será el eje de un barrio que viene concibiéndose desde hace años entre Badalona y Sant Adrià, donde se idea también un polo de compañías vinculadas al sector audiovisual, digital y del videojuego, con platós, centros de trabajo y aulas. A falta de saber si el ‘hub’ empresarial de alcance internacional que el Govern esboza es realista y pendiente de aclarse con qué se llenan las carcasas vacías de las chimeneas, la comisión de urbanismo de Catalunya ha autorizado que se construyan 1.783 pisos, tal como figuraba en el documento aprobado de forma provisional en octubre pasado. En todo caso, los planos se han retocado para comprimir la altura de algunos de los futuros bloques, con tal de ajustarlos a la ley de costas y a las directrices del Ministerio de Transición Ecológica. Dos de las cinco islas de viviendas que se prevén levantar pierden plantas. La versión del proyecto ratificada hace cinco meses contemplaba que todos los bloques fueran de planta baja más nueve. A instancias de la Dirección General de Costas y el Mar, las manzanas más próximas a la desembocadura del Besòs se empequeñecen para que los edificios se queden con cinco, seis o siete pisos de altura. En el primer borrador, se llegó a dibujar un inmueble de 19 plantas pegado al río. “Trasvase” de techo La reducción no comporta que disminuya la cifra total de domicilios con que se dotará el vecindario ni se recortan los 285.120 metros cuadrados reservados a techo edificable. El Departament de Territori explica que lo que se quita a las dos manzanas colindantes al río se traspasa a las tres más cercanas a las Tres Xemeneies. La conselleria habla de “pequeños trasvases de techo” para “incrementarlo ligeramente” en las islas de viviendas colindantes a las antigua central. La redistribución no comporta elevar aún más los bloques, que mantendrán los 10 pisos de altura planificados para no alterar la vista de las chimeneas del icono fabril, de 200 metros de altitud y visibles a kilómetros de distancia. En vez de hacerlos más altos, los inmuebles serán algo más anchos y ocuparán algo más de superficie en las parcelas asignadas para ser erigidos. En septiembre, la Generalitat reculó en la intención de permitir 1.959 pisos, aumentando la cifra a costa de reducir las dimensiones medias de las viviendas de protección oficial de alquiler. “Ajustes y correcciones” Territori explica que los “ajustes y correcciones” al PDU de las Tres Xemeneies se deben a la “interpretación” que el Ministerio de Transición Ecológica hace de la ley de costas y su reglamento. La Dirección General de Costas ha redactado el último informe preceptivo para que el proyecto entre en vigor. Según fuentes conocedoras, focaliza su atención en las dos manzanas que se emplazarán en paralelo al barrio de Sant Joan Baptista, en Sant Adrià. El dictamen exige que la altura sea acorde con las de los demás bloques del vecindario para que no se produzca un efecto barrera con la fachada marítima. Las indicaciones del órgano dependiente de Transición Ecológica también han acarreado afinar algunas alusiones a la normativa urbanística, así como aportar más garantías de que tirarán adelante proyectos pendientes de desbloquearse para urbanizar el entorno de las Tres Xemeneies. Es el caso del desvío del colector de Llevant, en espera desde hace años y que ahora transporta aguas residuales a lo largo de la línea de costa de Badalona, siempre a riesgo de producir vertidos. La aprobación definitiva del PDU es solo una etapa más de la larga gestación para hacer revivir las Tres Xemeneies, clausuradas en 2011. Según fuentes implicadas en el proyecto, la próxima fase obliga a abordar el proceso de reparcelación y repartir los costes de unos 80 millones de euros para acondicionar el próximo barrio. Endesa, Metrovacesa -una inmobiliaria vinculada al Banco Santander- y el Àrea Metropolitana de Barcelona son los principales dueños de terreno en las 32 hectáreas a remodelar. Las fuentes consultadas barruntan que el trámite puede prolongarse tres años. Más difícil se antoja precisar cuánto tardará el nuevo barrio en estar acabado. El margen no bajaría de dos mandatos o, lo que es lo mismo, ocho años.

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El Ministerio de Transición Ecológica fuerza a reducir el número de plantas de dos manzanas de viviendas antes de que la Generalitat apruebe el plan

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