CORONAVIRUS

Can Ruti encara la segunda ola de la pandemia con falta de personal, pero más camas de críticos

Los sindicatos y el centro de Badalona coinciden en que gestionar la segunda ola de la covid-19, que ya arrecia con fuerza, no será sencillo

En marzo, había un "problema claro" de ausencia de dispositivos y de capacidad de atención, ahora, el hándicap es la necesidad de especialistas

El Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) de Badalona. / EL PERIÓDICO

El Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, más conocido como Can Ruti, encara la segunda ola de covid-19 con falta de personal médico, sobre todo especializado en críticos, pero con mayor capacidad asistencial por el aumento de camas gracias a la construcción de un anexo polivalente que entrará en funcionamiento en las próximas semanas.

Gestionado por el Institut Català de la Salut (ICS), se trata del centro de referencia para la atención de alta complejidad de unos 800.000 ciudadanos de las poblaciones del Barcelonès Nord y El Maresme, así como el hospital general básico de unas 200.000 personas de los municipios del entorno.

Varios de sus profesionales lideran estudios para descubrir y perfeccionar fármacos con los que combatir el virus, desde el remdesivir a la hidroxiclororquina, así como para hallar alternativas que permitan recuperar la normalidad lo antes posible.

No obstante, tanto el centro como los sindicatos coinciden en que gestionar la segunda ola del coronavirus, que ya arrecia con fuerza, no será sencillo, aunque por el momento no se hayan visto obligados a reprogramar tratamientos ni cirugías y confíen en que la experiencia ganada durante el primera tormenta les sirva de precedente.

Más camas de críticos

Actualmente, Can Ruti cuenta con más de 200 pacientes hospitalizados por coronavirus, de los cuales 24 están en unidades de críticos, que están cada día más llenas pero lejos del colapso. A las más de 40 camas de UCI estructural con las que cuenta el centro -que no ha dejado de recibir pacientes covid desde el inicio de la pandemia-, se suman otras 60 de un espacio cedido por el Institut Català d'Oncologia (ICO).

Y la previsión es que entre finales de año y principios de 2021 se inaugure un anexo que funcionará como hospital satélite y permitirá contar con hasta 108 camas de críticos más, lo que significa triplicar su capacidad fija actual.

Además, señalan desde el hospital, llegado el caso también se podrían movilizar camas de otras unidades, como la UCI cardíaca, o de otras plantas, tal como estipula el plan de contingencia, que también prevé reforzar la Unidad de Atención a Domicilio, ya que durante la primera ola triplicó sus actuaciones.

Falta de personal

"La situación es insostenible": así resumen fuentes de Can Ruti el estado de la plantilla en estos momentos, en los que cuentan con gran acopio de material sanitario, pero falta personal médico, sobre todo especializado en unidades de críticos si siguen aumentando los contagios a ritmo vertiginoso. "Faltan enfermeros para un volumen creciente de enfermos. Se ha contratado a mucha gente, pero todavía no es suficiente", agregan las mismas fuentes.

Y es que, si en la primera ola había un "problema claro" de ausencia de dispositivos y de capacidad para atender a los enfermos, en esta segunda el hándicap es la necesidad de especialistas. Por eso, desde el hospital aseguran que se ha hecho un "esfuerzo muy grande" por incrementar la plantilla, que ha crecido un 8,8 % respecto al año pasado con 295 profesionales más -52 médicos, 112 enfermeros y 63 auxiliares-.

Desde los sindicatos, también sitúan la falta de personal como el gran problema de Can Ruti y alertan que este contratiempo es extensible al resto de hospitales del ICS. "Tenemos respiradores, pero no tenemos a gente que sepa utilizarlos", destacan desde UGT, que ruegan sumar refuerzos de profesionales "de primera línea" para compensar una situación que viene de lejos.

"Hace diez años que estamos bajo mínimos, desde los recortes en sanidad, y ahora hay también profesionales infectados, confinados o con muchas bajas", resaltan.

Sanitarios desbordados

A la escasez de la plantilla, se suma también otro factor: el cansancio psicológico de muchos de los profesionales, "exhaustos" tras el esfuerzo ímprobo de la primavera y "desanimados" por el trato recibido desde entonces.

Según CCOO, "la gente está muy cansada" y "decepcionada" e incluso hay quienes han cogido la baja o han abandonado el trabajo por no ver cumplidas algunas de las "promesas" que les hicieron, como algunos profesionales con contratos de fin de semana o a tiempo parcial a quienes no se ha mantenido al 100 % tras la primera ola de la pandemia.

Tal como denuncia el sindicato, a ello se suma la polémica gratificación que anunció el Departament de Salut para compensar el sobreesfuerzo de los sanitarios y que, para muchos sectores, es "clasista" por primar determinadas categorías. "Lejos de contentar o agradecer el esfuerzo, ha supuesto un descontento", continúan desde CCOO, mientras que representantes de UGT apuntalan con contundencia: "Estamos enfadados".

Este malestar es extensible al personal de limpieza y manutención, cuyos líderes sindicales aseveran a Efe que "los ánimos están a flor de piel" y aunque agradecen las nuevas contrataciones, advierten que sin EPIs no piensan entrar en las habitaciones: "Hemos aprendido un poquito".

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