AUTOMOCIÓN

ACEA pide ayudas para el eléctrico e inversiones para cargadores

La cuota de mercado de los eléctricos no llega al 1% en los países europeos con un PIB per cápita menor a 29.000 euros

El secretario general de ACEA, Erik Jonnaert, advierte que no hay en Europa cargadores para vehículos industriales pesados

Punto de recarga para coches eléctricos en Mataró. / Ayuntamiento de Mataró

La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) pide a las administraciones europeas que inviertan decididamente en ayudas para la compra de vehículos eléctricos y en infraestructuras de carga, los dos aspectos que considera clave para la penetración del vehículo eléctrico en el mercado.

En ese sentido, ACEA ha desvelado en el Automobile Barcelona los resultados de un estudio que concluye que todos los países de la Unión Europea con un PIB per cápita menor a 29.000 euros, la cuota de mercado de eléctricos es menor al 1%, como es el caso de España, que con un PIB per cápita de 25.854 euros la cuota de eléctricos es del 0,9%. En el lado contrario, los países con un PIB per cápita superior a 42.000 euros consiguen que la cuota ascienda por encima del 3,5%. "Es por eso que pedimos a las administraciones que solucionen estas carencias con ayudas para la compra de estos vehículos", ha apuntado Erik Jonnaert, secretario general de ACEA, durante la presentación de estas cifras.

El 0,9% de penetración del eléctrico en España se queda lejos del top 10 que cierra Alemania con un 2,2% y lideran Holanda con un 6,7% y 44.600 euros de PIB per cápita, Suecia con un 8% y 47.900 euros de PIB per cápita y Noruega con un 49,1% y 73.200 euros de PIB per cápita.

Se necesitan 2,8 millones de puntos de carga

Actualmente, en Europa hay 150.000 puntos de carga públicos, 8.000 en España. Como ACEA ya advirtió, se necesitarían cerca de 2,8 millones de puntos en 2030 para asegurar un acceso fácil a la recarga de vehículos eléctricos.

No obstante, ante este reto, Jonnaert ha querido destacar otro muy importante, la necesidad de trabajar para posibilitar la llegada de transporte industrial pesado eléctrico. "No hay ningún punto de carga público para este tipo de transporte en Europa, pero ya ha aprobado objetivos de descontaminación para este medio de transporte", ha apuntado el secretario general de ACEA en referencia a la rebaja de emisiones del 15% en 2025 y del 30% en 2030.

La necesidad del diésel

Jonnaert ha reiterado la importancia del diésel para la reducción de emisiones de CO2, especialmente en este momento, cuando todos los fabricantes buscan el modo de evitar las sanciones que les serán impuestas si su gama de productos supera de media unas emisiones de 95 g/km en 2021. Según el secretario general de ACEA, “la intención de todas las compañías es de cumplir con los objetivos”. Sin embargo, las tendencias del mercado solo hacen que complicar el cumplimiento de estos objetivos.

El año pasado, solo el 36% de los coches vendidos en la UE fueron diésel, mientras que el 57% fueron gasolina. El problema está en que la mayoría de compradores que abandonan el diésel lo hacen para comprarse un coche de gasolina, que emite más CO2 que un diésel, afirmación que respalda el dato de que solo el 2% de los coches nuevos vendidos en la región son eléctricos. “Se podrían evitar las sanciones si la población comprara más vehículos diésel”, no ha dudado en afirmar Jonnaert. “La gente debería elegir según sus necesidades, porque los que cubren largas distancias, más de 20.000 kilómetros al año, deberían optar por un diésel”, ha añadido. No obstante, las adiministraciones tampoco ponen fácil la elección, perjudicando al gasóleo con posibles impuestos y prohibiciones.

El secretario general de ACEA cree que al diésel le queda mucho recorrido, aunque admite que “nunca volverá a ser como antes”, además de creer que es vital para el segmento de los industriales pesados, como lo podrá ser el gas y el hidrógeno, sobre todo ante la necesidad de rebajar sus emisiones y el lento avance de la electrificación en este segmento.