SEMINARIO SOBRE LA POSTADOLESCENCIA.
CaixaForum.
Avenida de Marquès de Comillas, 6.
Barcelona
La entidad Àmbit Maria Corral organiza el 27° Seminari InterdisciplinariPostadolescència. Mites i paradoxes, en el que interviene la filósofa Begoña Román.
--¿Qué es un postadolescente?
--Un individuo que por edad mental no debería serlo, y por edad cronológica no lo es. El seminario quiere hacer una reflexión, ni victimista ni naíf, sobre esta cierta infantilización de la sociedad.
--¿Cuáles son los mitos y paradojas sobre la adolescencia?
--El mito es que los adolescentes están deseando llegar a esa edad y, después, no asumen que tienen poder y capacidad de intervención y se desilusionan. La paradoja es qué hacer con los que siguen viviendo en casa y que son vulnerables profesional y económicamente.
--¿Por eso no se van de casa?
--Por circunstancias económicas, pero también acomodaticias, y por la permisividad de los padres. Por eso es importante hablar todos.
--¿Se debe echar a los hijos?
--Los padres no hacemos ningún bien a los hijos cuando no les ayudamos a buscarse la vida, cuando se la damos toda hecha. Uno solo valora la vida cuando tiene que ganársela.
--¿Es responsable la sociedad?
--Sí. Por un lado, hay una sociedad que envidia a la juventud, la idolatra, nadie quiere hacerse mayor. Por otro, hay un tapón generacional que no deja paso a las nuevas generaciones, que no les dan confianza.
--¿Antes no pasaba esto?
-- Ha habido una sobreprotección, algunos antropólogos dicen que se han anulado los ritos de iniciación.
--La adolescencia, ¿inicia antes?
--Los niños están cansados de tanta protección y quieren abandonar la infancia, pero después no quieren dejar de ser adolescentes.
--¿Cuáles son los riesgos?
--Conductas autolesivas como las drogas, pero otras menos reconocidas, como el fracaso escolar. El 34,1% de los jóvenes abandona el sistema de enseñanza después de los 16 años. El riesgo de exclusión de la sociedad del conocimiento está ligado a ese fracaso.
--¿Qué sugiere?
--Debemos involucrarlos, responsabilizarlos y entusiasmarlos en que vale la pena el cambio. Consensuar con ellos un modelo de sociedad.
--¿Están dispuestos?
--Las condiciones de vida empujan a crecer, no hay alternativa.
--¿Y los adultos?
--Tenemos grandes compromisos: dotarlos de confianza en ellos mismos, confiar y darles poder, rebajando nuestra propia cuota.
--¿Y los adolescentes que mataron a la mendiga?
--Algo en su proceso educativo no se hizo bien. Y como no se ha educado en límites, en responsabilidad moral, parece que todo vale. Hemos sido dominados por la estética y la economía y todas las razones para obrar son de interés o de gustos. La compasión, gratitud, respeto, tolerancia, han desaparecido del vocabulario.